09 mayo 2013

Los tentaculos de GOLDMAN SACHS

WALL STREET NO GANA DINERO, LO ROBA

EL BANCO

 cómo Goldman Sachs dirige el mundo



 El mundo está gobernado por personajes muy distintos a lo que se imaginan quienes no ven tras el telón.
(Benjamin Disraelí, Primer Ministro británico, 1868 y 1874-1880).

Los banqueros mundiales, accionando algunos simples resortes que controlan el flujo del dinero, pueden construir o destruir economías enteras. 
Controlando las publicaciones de prensa sobre estrategias económicas que dan forma a las tendencias nacionales, la élite del poder es capaz, no sólo de estrechar su dominio sobre la estructura económica de esta nación, sino de extender ese control a lo largo del mundo. Aquellos que poseen semejante poder querrían, lógicamente, permanecer en segundo plano, invisibles para el ciudadano medio.
 (Aldous Huxley). 

Sinopsis
La entidad financiera Goldman Sachs, partícipe en el derrumbe de Lehman Brothers, cómplice en la ocultación de la deuda griega y acusado por la comisión del mercado de valores estadounidense de obrar fraudulentamente en la comercialización de hipotecas subprime, se ha convertido en El Banco el organismo,  representa la metáfora más exacta de un modelo de especulación sin escrúpulos que colocó la economía capitalista al borde del colapso.

Marc Roche analiza la trayectoria de Goldman Sachs, desde su fundación hasta la actualidad, describiendo algunos de los escándalos más sonados que ha protagonizado. 
Sus operaciones financieras, su organización interna y la tupida red de contactos con el poder político y los líderes de las instituciones internacionales, están protegidas por un impenetrable secretismo. 
La obra se inmiscuye en los despachos del banco y rescata personajes que ilustran el perfil de miembro de la conocida como “hermandad Goldman”.

El Banco queda representado en dos planos: en el institucional aparece como un supermercado económico enredado en innumerables conflictos de intereses; y en el social, como un club de adictos a la conspiración poco proclives a obedecer las instituciones democráticas.

Ganador del prestigioso Prix du Livre d'Économie de 2010, El Banco  desenmascara las prácticas perniciosas y perversas que lleva a cabo.

Goldman Sachs, está detrás de todos los hitos del hundimiento de la economía mundial: 
en la quiebra del Banco Lehman Brothers, en la crisis griega, en la caída del euro, en la resistencia de las entidades bancarias a cualquier tipo de regulación, en la financiación pública de los déficit privados, e incluso en la marea negra del golfo de México.


Leo que el banco de negocios estadounidense Goldman Sachs cobrará un euro por diseñar la venta de Bankia, y no salgo de mi estupor.

- ¿Este Goldman Sachs, al que se le encomienda la tarea de diseñar la privatización de Bankia, es el mismo banco que contribuyó al desencadenamiento de la crisis financiera mundial de 2008 al participar en el derrumbe de su rival Lehman Brothers, siendo Secretario del Tesoro norteamericano el antiguo presidente del directorio y presidente ejecutivo de dicha entidad, Henry Paulson, quién tras rescatar a otras entidades financieras, entre ellas el propio Goldman Sachs, se negó a hacer lo mismo con Lehman Brothers?

- ¿Es el mismo banco que entre 2001 y 2008 ayudó a los sucesivos gobiernos helenos a falsear las cuentas de la economía griega para engañar a la UE?

- ¿El mismo que, como quedó demostrado en 2011, engañó a sus propios clientes y al Congreso de los Estados Unidos sobre su actuación en la crisis de las hipotecas subprime?

- ¿El mismo que también en 2011 apostó 440 millones de euros contra España en su Informe de Exposición de las economías periféricas europeas?

Pues sí, es el mismo.

- ¿Qué más cabe decir de semejante joya financiera?

Dejemos opinar a Matt Taibi, en la revista norteamericana Rolling Stone:

"La primera cosa que hay que saber acerca de Goldman Sachs es que está en todas partes. El banco de inversión más poderoso del mundo es un vampiro chupador envuelto como un pulpo alrededor de la faz de la humanidad, succionando sin descanso con su hocico sangriento todo lo que huele a dinero".

Y la opinión, un tanto ingenua pero solvente, de Greg Smith, autor del libro "Por qué dejé Goldman Sachs": "Después de casi doce años en la empresa -primero como estudiante, luego en Nueva York durante diez años, y ahora en Londres-, creo que llevo tiempo suficiente trabajando aquí como para entender la evolución de su filosofía, su gente y su identidad. Y puedo afirmar honestamente que el entorno es hoy más tóxico y destructivo de lo que he visto jamás."

Pues bien este banco "que está en todas partes", incluida la UE donde antiguos ejecutivos o asesores suyos, como Mario Draghi, ocupan puestos de tanta relevancia como la presidencia del Banco Central Europeo, o han ocupado, mediante auténticos golpes de mercado al margen de la democracia, jefaturas de gobierno como Mario Monti en Italia, en fin, este "vampiro chupador" que succiona todo lo que huele a dinero cobrará, superando así a la más altruista de las organizaciones filantrópicas o a la más generosa de las ONGs, la cifra simbólica de un euro por diseñar la privatización de Bankia.

Conmovedor. ¿De cuánto candor nos creen capaces? ¿Hasta dónde piensan llegar insultando nuestra inteligencia? No, Goldman Sachs terminará sacando buena tajada de la venta de Bankia y el tiempo nos dará la razón.

Pero la Operación Bankia no tiene un único responsable. Colaborador necesario es el Gobierno de España y muy especialmente su ministro de Economía, el señor Guindos, cuyo departamento ha encomendado a Goldman Sachs el diseño de la privatización de Bankia.
Es curioso el caso del señor Guindos, (¿nuestro Mario Monti?), miembro del Consejo Asesor de Lehman Brothers a nivel europeo y Director en España y Portugal hasta su quiebra en 2008.

¿Cómo se entiende que entregue el diseño de la venta de Bankia precisamente a la gente que contribuyó al hundimiento de la entidad financiera a la que él representaba en Europa? ¿Es que carece de dignidad, se une al enemigo al que no pudo vencer o, sencillamente, espera para usar la acostumbrada puerta giratoria que le lleve desde su actual ocupación pública a la empresa privada?

La cuestión ahora es la siguiente, mientras este Gobierno sigue privatizando lo publico en beneficio de las élites de aquí y de fuera ¡Menudo patriotismo el suyo!, qué haremos nosotros, ¿de verdad vamos a permitir este nuevo desmán del neoliberalismo global?

Francisco Morote Costa

  comentario al libro dijo...

Desde el 23 de diciembre de 1913, El Banco Privado de la Reserva Federal (FED) se apoderó de los EEUU y la inmensa mayoría del mundo no lo sabe.
Por voluntad de ellos se declaran guerras, se financian atentados (torres gemelas, atentado en Londres, atentado en Madrid), se asesinan presidentes (Jaime Roldos, Omar Torrijos, Kennedy, Warren Harding, McKinley, James Garfield, etc), trafican con armas de destrucción masiva (Carlyle, Bechtel, Lookheed Martin, Raytheon, General Dynamics, McDonnel Douglas, Boeing, Northrop Grumman).

Poderosos de los Poderosos: conoce las principales familias mafiosas dueñas de la Reserva Federal, legítimas propietarias de las imprentas que imprimen los dolares del mundo:

1. Familia Rothschild (Londres, Berlín e Israel)
2. Familia Rockefeller (EEUU e Israel)
3. Familia Morgan (Inglaterra)
4. Familia Warburg (Alemania)
5. Familia Lazard (París, Francia)
6. Familia Mosés Israel Seif (Italia)
7. Familia Kuhn Loeb (Alemania y EEUU)
8. Familia Lehman Brothers (EEUU)
9. Familia Goldman Sachs (EEUU)

-La revista Forbes es una farsa que muestra sólo millonarios populares de segundo nivel como Bill Gates, Steve jobs o Warren Buffet, logrando desviar la atención sobre las actividades ilícitas que cometen los Verdaderos Mega-Ricos dentro de la Reserva Federal.

La obra maestra de la Reserva Federal fue el Autoatentado de las Torres Gemelas.

Para los que no creen y desean investigar por si mismos:

*Libros (la mayoria disponibles en internet):

- “Secretos del club Bilderberg” de Daniel Estulin
- “Hitler ganó la guerra” de Walter Graziano
- “Nadie vió Matrix” de Walter Graziano
- “Confesiones de un Ganster económico” de John Perkins
- “La Reserva Federal” de Stephen Lendman

Mario Draghi,  elegido presidente del Banco Central Europeo, es sólo una muestra más de cómo los ex Goldman Sachs acaban ocupando los puestos CON MAS PODER en el  panorama económico mundial, incluidos muchos de los sillones cercanos a Barack Obama en la Casa Blanca.

Dependiendo de Goldman Sachs hay desde luchadores profesionales a presidentes de la Reserva Federal.

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EL HAMBRE Y EL PODER SOBRE LOS ALIMENTOS: 

introduccion:  
La pobreza creada artificialmente
 No vamos a tragar: soberanía alimentaria, una alternativa frente a la agroindustria
En comedores de escuelas, hospitales o residencias de la tercera edad, te alimentan para el buen provecho del mismo banco de in­versiones responsable del hambre del siglo XXI

Extracto del libro No vamos a tragar (Libros del Lince), de Gustavo Duch, coordinador de la revista Soberanía Alimentaria, Biodiversidad y Culturas
Muertes globales
Frente a la pantalla del ordenador, mientras toma su primer café, estudia los índices bursátiles. Las deudas soberanas europeas son poco fiables, la bolsa sigue en caída libre y el petróleo es demasia­do inestable, ha habido hallazgos inesperados. ¿Dónde invertir? Las curvas de los granos básicos están, a su gusto, demasiado planas.

Toma el teléfono y en segundos las agencias de prensa ofrecen nuevos titulares: graves sequías en países asiáticos; un informe de una agencia internacional alerta de un próximo déficit de alimen­tos en un planeta de siete mil millones de personas; se constata un importante aumento del consumo de carne; en Europa se estudia incrementar el uso de agrocombustibles...

Se anuda la corbata para salir del despacho a pocas calles de la central de la Bolsa de Chicago, y de reojo vuelve a mirar la panta­lla. Sonríe, la curva de los precios del grano apunta ya claramente hacia arriba.

La misma gráfica está ya en los ordenadores de todo el plane­ta. 

Se disparan las operaciones (y las operaciones conllevan dispa­ros). Fondos de inversión de Goldman Sachs compran tierras agrícolas en Indonesia, Camboya y Uruguay; Cargill y ADM deci­den retener grano en sus almacenes, pues en breve su precio se doblará, y en Argentina los terratenientes como José Ciccioli quieren agrandar sus propiedades donde cultivar soja... y dan ins­trucciones.

Ya es la hora de comer, toda la familia está en su rancho de San­tiago del Estero (Argentina). Cristian Ferreyra, el 16 de noviembre de 2011, ha invitado a tres compañeros del movimiento campesino que les aglutina (MOCASE-Vía Campesina). Les preocupa el avan­ce de los inmensos monocultivos de soja que a tantos campesinos y campesinas de la zona están expulsando violentamente de sus tie­rras; y cuestionan el papel del gobernador Zamora y del poder judi­cial que todo lo permite.

Sin darles tiempo a reaccionar, dos sicarios al servicio de los em­presarios sojeros derrumban la puerta e increpan a Cristian: «¿Quién te crees que sos?». Cristian no duda: «Somos los dueños de esta tie­rra, aquí vivimos, ¿ustedes quiénes se creen?».

Dos balas globalizadas, dos disparos capitalistas, acaban con los veinticuatro años de Cristian.
Algunos diarios lo desmienten, pero la especulación lo mató.

Disparando a matar
Cada dos años, más o menos, nos sacude una crisis alimentaria por la fuerte subida del precio de los cereales. Leyendo la informa­ción que se publica es fácil pensar que serán muchas las toneladas que dejarán de producirse para que el precio promedio de los ce­reales, en poco menos de un mes, se haya incrementado más de un 25%. Que tendremos muchos mercados desabastecidos. Pero no, para nada, aun teniendo en cuenta que hablamos de previsiones, el factor que dicen que provoca el aumento de los precios es un descenso total de 23 millones de toneladas de cereales, que situa­rán la cosecha final en 2.396 millones de toneladas. Es decir, un 1 % menos para lo que será una nueva cosecha récord a escala mundial.

Pero, en efecto, un pequeño traspié en las previsiones nos lleva al vendaval de la subida del precio de los alimentos, porque dicho precio se decide en las bolsas de la especulación. Ahí es donde con esmero se tejen falsos argumentos para generar la escalada de pre­cios.

De nada nos sirve la supuesta gran capacidad de producción de alimentos del sistema agroindustrial si, como hemos visto, de los más de dos millones de cereales sólo la mitad se empleará directa­mente para el consumo humano. La otra mitad se dedica, aproxi­madamente, en un 70% a la alimentación de la ganadería intensi­va y el otro 30 % a la alimentación de los motores que funcionan con agrocombustibles. Sin políticas regulatorias y sin la participa­ción de las comunidades en las decisiones agrarias, las empresas que controlan la comercialización del grano sólo miran dónde en­contrar más beneficios.
Tendremos los mercados con grano más que suficiente para la alimentación de la población, pero a un precio disparando a matar.

Goldman Sachs, el negocio de hambrear

Goldman Sachs y sus fondos de inversiones están hasta en la sopa. Literalmente.
Desde hace poco sabemos que sus legiones de ejecutivos goldmanitas controlan a cara descubierta Gobiernos, ministerios, bancos centrales y otras instituciones públicas en Europa y Estados Unidos. Pero con antifaz y en la sombra, ¿desde cuándo lo llevan haciendo?
Los encontramos en su salsa cuando hablamos de petróleo, vi­vienda o cría de puercos. No sería extraño que estén presentes en negocios tan suculentos como el armamentístico.

En el Estado español, almorzamos con Goldman Sachs. Como ha denunciado el investigador Carles Soler: «Goldman Sachs es propietaria de una de las grandes multinacionales de la restaura­ción colectiva (ISS Facility Services) que en el Estado español sirve 22 millones de comidas anuales».

En comedores de escuelas, hospitales o residencias de la tercera edad, te alimentan para el buen provecho del mismo banco de in­versiones responsable del hambre del siglo XXI. Porque Goldman Sachs no ha descuidado en absoluto el sector agrícola como fuente, no de comida, sino de beneficios económicos.
En 1991 los cerebros de Goldman Sachs, repletos de ideas ju­gosas para las gentes de la bolsa, crearon un instrumento financie­ro que permite a cualquier pájaro invertir sus riquezas en produc­tos básicos como el trigo, el arroz o el café. De lo que se come se cría, y criaron toneladas de beneficios.

Tantas apuestas sobre la ruleta de los mercados de los granos básicos son las responsables de la subida de precios de éstos, y, por lo tanto, responsables de que millones de personas no puedan ad­quirir sus alimentos necesarios.
Desde el año 2000 hasta ahora, sin otras burbujas que inflar, el precio de los alimentos básicos prácticamente se ha triplicado en paralelo al incremento de los activos financieros en estos exquisi­tos platos financieros.

Para Goldman Sachs, invertir en panes y peces en espera de su mágica multiplicación les supone unos beneficios anuales de cinco mil millones de dólares. Mucho dinero que en pocos años daría para solventar el problema del hambre global, pero claro, ése no es su propósito, ése no es su negocio, es todo lo contrario. Fabrican hambre, son hambreadores.

Un nuevo negocio, también hambreador, ha salido al escena­rio: comprar las mejores tierras fértiles para exigirles (hasta su agotamiento) la producción de biomasa, la energía que moverá el mundo y resolverá buena parte de los problemas ecológicos del planeta. Eso dicen, pero es pura farsa.

Y, efectivamente, algunos personajes curtidos en Goldman Sachs ya están en ello. 
Como Joakim Helenius (y su fondo de inversiones Trigon Agri Fund): que se sepa, lleva acumuladas unas 170.000 hec­táreas de tierras cultivables en la región de tierras negras en Rusia y Ucrania. 
O Neil Crowder, que con el fondo Chayton Capital ha arrendado para los próximos catorce años 20.000 hectáreas en Zambia.

Abanderando la lucha contra el hambre, más hambre. Abande­rando la lucha contra el cambio climático, más hambre.

Los ABCD de la crisis alimentaria
Son cuatro establecimientos, cuatro bazares como esos que tienen todo lo que puedas imaginar y lo que no. Desde una jarra con for­ma de vaca para servir la leche por sus ubres de cerámica, hasta el siempre imprescindible cazamariposas entre la estantería de ropa íntima y las llaves de ferretería o los sacos de tierra de jardín. Sólo hay una diferencia: mientras que en los malos tiempos estos uni­versos de barrio padecen la crisis como cualquier otro negocio, los ABCD de la comida son cuatro empresas monstruosas por partida doble que, nacidas y crecidas en el regazo de mamá capitalismo y papa desregulación, ganan todo el oro del mundo diciendo que fa­brican comida cuando en realidad se lucran matando de hambre a millones de seres humanos. Y lo hacen desde la invisibilidad.

Cada cierto tiempo, se nos alerta de una nueva subida del pre­cio de los alimentos, con repercusiones que ya contabilizan los ce­menterios de los países más vulnerables, sobre todo en el Sahel. El argumento difundido en 2012 de las malas cosechas que tiene la agroindustria en Estados Unidos ya sabemos que es mitad menti­roso, mitad incompleto. 

Con timidez la información se nos amplía y centra el tema: el precio de la materia prima sube como en las anteriores crisis alimentarias por las grandes cantidades de cereales que se destinan a fabricar combustibles (¿recuerdan hace seis y sie­te años cuando se advirtió de los inconvenientes de esta nueva tecnología?), por la especulación que de futuras cosechas se hace en las bolsas financieras, y, esto es más novedoso, por la cada vez mayor cantidad de tierra fértil que está pasando de las manos cam­pesinas al patrimonio de bancos, empresas y fondos de inversión.

¿Quién está en todos esos negocios a la vez? ¿Quién hay detrás de la carne, del pan, de la pasta, de la leche... y no lo sabemos? ¿Quién tiene en el mismo local estanterías repletas de agrocombustibles hechos de maíz, lineales con piensos de soja para el engorde de animales y, un pasillo más allá, una mesa con un gestor que ofrece pensiones ligadas a la compra de hectáreas en Etiopía o bo­nos financieros referenciados al precio del trigo? Los cuatro «com­pro, vendo y especulo» de la comida son ADM, Bunge, Cargill y Dreyfus, conocidos como los ABCD de la comercialización de ma­teria prima. Cuatro empresas con sede en Estados Unidos que, si inicialmente consiguieron dominar y controlar el mercado mun­dial de los granos básicos, cereales y leguminosas, han ido am­pliando sus trapicheos a esas nuevas áreas.

Es muy difícil sumergirse en las entrañas de estas empresas y sus infinitas subsidiarias, pero hay dos cosas obvias. Primera, si entre ellas cuatro controlan, como es el caso, el ¡90 %! del merca­do mundial de cereales, y si el mercado no tiene ninguna regula­ción (ni aranceles o cuotas de importación / exportación, ni reser­vas públicas de cereales, ni políticas de precios), y las pocas normas que se dictan son supervisadas por los propios ABCD, son sus de­cisiones las que verdaderamente marcan el precio de dicha materia prima y por lo tanto de todos los alimentos que incluyen arroz, trigo, maíz, etcétera. Segunda, si las ABCD (junto con entidades financieras) han degustado los brutales beneficios que les genera especular con la comida y la tierra de cultivo, como sangre para vampiros, seguirán chupando del hambre de los demás si nadie les pone coto.

Las últimas crisis alimentarias han permitido que la sociedad civil conociera y denunciara cómo la comida y la tierra se han he­cho objeto de especulación. La respuesta que ha llegado de los mo­vimientos campesinos ha sido clara: soberanía alimentaria. Tam­bién ahora hay que responder, y lo que necesitamos no son normas para que los ABCD ganen menos dinero, sino políticas a favor de la soberanía alimentaria para que la alimentación nos llegue de mu­chas, pequeñas y humanas agriculturas. De todo un abecedario ali­mentario.
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Pasa por los pequeños cuadrados negros para saber más de cada uno


Aqui ampliacion:
http://graficos.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/empresas/hasta-donde-llegan-los-tentaculos-de-goldman-sachs_KGSNV2a1hx8QoC9qaKWzN2/

mas..... claro agua - nos lo explica Celeste:

Gustavo Duch, que desde 2011 coordina la revista trimestral Soberanía Alimentaria, Biodiversidad y Culturas (www.soberaniaalimentaria.info) -”un espacio de pensamiento crítico de los movimientos que defienden algo tan necesario como transformador: un mundo rural vivo-, subraya un dato recogido de un informe de Naciones Unidas: “Entre el 70% y el 80% de los pobres del mundo son exilados rurales, porque el campo ha dejado de ser un medio para ellos. Porque en el modelo de agricultura industrializada que nos están imponiendo, que necesita cada vez menos mano de obra, ellos, nuestros campesinos, se quedan fuera; el modelo los expulsa”.

La falacia de la globalización.
“Y la falacia de la intensificación de la producción”, sigue Duch. “Porque con este modelo, cuanta más producción, más hambre. Y no es una teoría. Son datos. Pero ellos, el gran capitalismo que ha industrializado la agricultura solo en su propio beneficio, sigue echando mano del argumento de que se necesita intensificar la producción para acabar con el hambre en el mundo. Falso. Llevamos décadas así. Ellos se encargan de difundir que el hambre está causado por sequías, por la falta de tecnología y buenas semillas, por la falta de preparación de los campesinos…”.

Y nos llenan los medios de comunicación de fotos de hambrunas.
“Juegan con el miedo. El miedo es el principal aliado del poder económico. El miedo es el principal arma para que los Gobiernos acepten las violaciones de derechos humanos. Me atrevo a decir que la ‘el mundo necesita comida’ es la que más crímenes ha provocado en la Humanidad. Y es todo falso. Porque las causas del hambre tienen otras caras, que parten de su modelo de producción”.

Esa es la terrible cara de la repercusión en los países llamados en desarrollo; pero las consecuencias en el denominado Primer Mundo no dejan de ser tan perversas, en forma de deterioro de la salud, ¿no?
“Ahí están la multiplicación de las alergias, la epidemia de la obesidad, los tumores, cómo se están disparando en gente de entre 20 y 30 años, ¿a qué creen que se deben? A que vivimos en un mundo tóxico”.

Nunca pudimos imaginar el veneno que se escondía tras la globalización…
“Veneno. Literalmente”.
Hay varias cosas en los libros de Gustavo que me intranquilizan especialmente. La conversación daría para otro libro, pero le pido que me pinte en trazos el panorama para que nuestros lectores se hagan idea.

Algo más sobre el acaparamiento de tierras, especialmente preocupante en África y Latinoamérica.
“Sin salir de España, la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, la llamada Ley Montoro, pone como excusa lograr una supuesta eficiencia, pero lo que quiere es desmantelar los sistemas de gobernanza de los pequeños municipios y pedanías, para así poder poner a la venta los montes y suelos públicos que estos ayuntamientos o concejos de vecinos han gestionado colectivamente durante cientos de años”.

Me ha llamado especialmente la atención lo que cuentas de la especulación con los precios de los alimentos, algo que cuesta creer, por su dureza e inmoralidad…
“Mira, Goldman Sachs dedica un tercio de sus inversiones a especular con los alimentos, y se ha calculado que sus movimientos especulativos con el precio de lo más básico para vivir produjo que, en 2010 y 2011, 44 millones de personas cruzaran hacia abajo la barrera de la pobreza. Que suban los alimentos, quizá a muchas familias de países como el nuestro no les puede afectar tan drásticamente, pero que, por ejemplo, se doble el precio del trigo puede suponer para muchas familias del Tercer Mundo la diferencia entre comer o no comer, entre tirar para adelante o quedarse en la cuneta. Así de brutal y triste. Pues eso es lo que están haciendo estos señores. Otro dato: el 90% del mercado mundial de cereales está controlado por cuatro empresas con sede en Estados Unidos, ADM, Bunge, Cargill y Dreyfus, conocidos como los ABCD de la comercialización de materia prima”.

¿Y los agrocombustibles, que muchos, en su euforia ecológica, han saludado como energías verdes y sostenibles?
“Un gran peligro. Suponen que se dedique muchos millones de hectáreas a cosechas para producir energía en vez de alimentos. Con el argumento de que son bio -falso, porque si haces el balance ecológico, sale negativo, pues necesitan consumir casi tanta energía como la que producen-, ocultan su estrategia de acaparamiento de tierras, deforestación, uso abusivo de maquinaria pesada… Indonesia se ha convertido ya en el tercer país más contaminante del mundo, por su proceso de roturación de bosque en tierras para producir agrocombustibles. Y han llegado hasta Castilla, a esos enormes campos de colza”.

Y las patentes de semillas, como si fueran marcas…
“Un robo en toda regla, porque toman las semillas que los pueblos han usado tradicionalmente en sus campos y le introducen cualquier pequeña modificación que les otorga derechos. Se apropian de semillas que han sido el fruto de la mejora por selección durante muchos siglos, y luego el campesino, si la quiere plantar, resulta que se la debe comprar a la multinacional; es una violación de derechos ancestrales para construir grandes emporios”.
¿Qué hacemos ? ¡Estamos rodeados! Suena todo tan planificado, y con tanto poderío, que a uno le dan ganas de cerrar el libro y pensar en otra cosa. Afortunadamente, Duch, enNo vamos a tragar, abre un espacio a la esperanza, al optimismo.

“Mira, la vida es tan potente que no se puede acabar con ella. Estamos asistiendo a los últimos estertores de un modelo avasallador y caduco. Y aprovechan los últimos cartuchos, en forma de barbaridades como el fracking y los agrocombustibles”.
Pero ¿y si quieren morir matando?

mas aqui:
http://www.youtube.com/watch?v=tJYctzfWG-Y


¡INCREIBLE FRAUDE!: LOS MISMOS EJECUTIVOS DEL MAYOR BANCO DEL MUNDO (Goldman Sachs) QUE PROVOCARON LA CRISIS MUNDIAL, DIRIGEN LAS INSTITUCIONES MONETARIAS EUROPEAS (BCE, FMI, AGENCIA GRIEGA)



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