24 marzo 2011

MITO : El esfuerzo es la base del triunfo

PORQUE DESAPARECIO EL ESCLAVISMO ?

En su libro III de la Riqueza de las Naciones, Adam Smith nos habla de la mano de obra, qué tipos de mano de obra podemos encontrar y cuáles son las mas efectivas en cuestión de producción y productividad.

En este capítulo nos expone su postura acerca de la mano de obra esclava; mano de obra que considera innecesaria y anticuada para afrontar el nuevo sistema económico.
“La experiencia de todos los tiempos y naciones demuestra que el trabajo de los esclavos, aunque parece costar solo la manutención, es en última instancia el mása caro de todos.
Una persona que no puede adquirir propiedad alguna no puede tener otro interés que comer el máximo posible y trabajar el mínimo.

Es solo mediante la violencia, y nunca por su propio interés, que extraer de esa persona un esfuerzo superior al suficiente para comprar su propia manutención”.
Por lo tanto, toda esclavitud es un paso atrás en el modelo LIBRECAMBISTA.

MAS TRABAJO y MENOS SUELDO 

 Esa es LA SOLUCION A TUS PROBLEMAS

Eva Illouz, filósofa:

 la falacia de la autoayuda, la psicología y las nuevas religiones

"Tras forrarse con trampas (y sin esfuerzo) nos aplican la cultura del esfuerzo"... como medio para llegar al exito. 


"La religión ocupa cada vez menos espacio en nuestras vidas, pero nuestras vidas tienen espacios cada vez más religiosos: regale una cena romántica a su pareja y verá cómo las luces, los vestidos y el menú se convierten en símbolos que separan lo cotidiano de lo sagrado y así crean un ritual ¿una misa de pareja¿ que, como todo rito, renueva un vínculo entre dos: lo fue entre Dios y los creyentes y hoy es entre los dos creyentes en un mismo amor"

Durante siglos, el ideal del hombre culto era el equilibrio.
Lograr la ausencia de emociones intrusas en la paz del alma. Si las dominabas, alcanzabas la ataraxia.

Y si no, eras un esclavo de tus pasiones.
El cristianismo transforma ese ideal de la paz interior en el de “la paz de Dios”; y las pasiones, en pecados. Y va un punto más allá en cuanto a reprimir el  sexo. Ahora ya no se trata de no practicarlo: eso es fácil...

 Terapia, emociones y la cultura de la autoayuda

El cristiano debe conseguir no desearlo. Y eso requiere un cambio profundo en su conciencia, que es lo más importante de su vida.

Entonces el dinero era un pecado más.

Hasta el protestantismo, que da una vuelta de tuerca materialista a ese ideal; ya no se trata de dominarse y contemplar a Dios en la pobreza; para ser bueno y feliz debes trabajar duro y ser honesto y así llegarás a rico, que equivale a ser santo. Y, con esa moral victoriana, Inglaterra conquista el mundo.



La cultura del esfuerzo que hoy revive.
Siempre vuelve en las refundaciones del capitalismo como la que ahora vivimos. Esa moral victoriana niega la buena suerte, porque, para un buen hombre, la buena suerte sólo es el fruto del trabajo duro de cada día.


Y habría que tener algún talento...
El talento supone haber tenido la fortuna de nacer con él, y la moral victoriana sólo reconoce lo ganado con esfuerzo y honestidad.


Siempre recompensados........... En el cine.
Se trataba de que aceptaras el orden establecido
, y, a cambio, te brindaban la ilusión de que había una escalera social para que cualquiera –con o sin talento o apellidos– que sudara lo suficiente llegara a ser rico.

¿Y usted no cree en ese esfuerzo?
Yo creo en la historia, que muestra la cantidad de casualidad y a menudo desvergüenza requeridas para amasar fortunas. Después, el mito lo forjan los ganadores, que suelen preferir que se les admire por sus méritos personales que por su suerte, porque, como ellos, puede tenerla cualquiera.

¿Por qué vuelve esa moral victoriana?
Porque el colapso financiero ha puesto en evidencia que quienes manejan el sistema hacen trampas y aun así al fin acaban ganando. Y eso hace sentirse idiotas a quienes no las hacen y van a trabajar cada día.


También hay quien disfruta su trabajo.
Para controlar y regenerar el sistema deben volver a convencernos de que si trabajamos duro, tendremos recompensa. Por eso ahora resucitan la cultura del esfuerzo para neutralizar la de casino y la del favor político, que acaban de demostrar que sí son efectivas.


¿Y dónde está la felicidad?
En el XIX estaba en la honradez y en la riqueza, hasta que el psicoanálisis y la psiquiatría, que hasta entonces sólo se habían preocupado de los enfermos mentales, crean una categoría genial: los neuróticos. Y en los 70 democratizan la enfermedad mental.


Ya puedes ir al psicólogo sin estar loco.
Neurótico es cualquiera que sufra un conflicto interno. Es una gigantesca operación de marketing sanitario: si te enamoras de una chica, pero no te conviene, tienes un conflicto y tal vez una neurosis; o si te peleas con tu padre o los vecinos o con tu perro..., tienes conflictos y eres un neurótico.


Y tal vez necesites medicación...
Antes que las píldoras, los psicólogos conciben otro provechoso invento: la autorrealización. Ya ni siquiera necesitas un conflicto para ir a terapia. Ahora, basta con que no te "sientas realizado" para cobrarte la visita.


O al menos para venderte su librito.
Cualquiera puede pagarse ese libro que le ayude a realizarse. Y entonces aparece toda una narrativa –en su mayoría, banal– para ayudarte a realizar “todo tu potencial”.


Género en auge.
Si trabajas mucho, eres workahólico y necesitas ayuda, pero si trabajas poco  y no eres ambicioso, también necesitas ayuda, porque te falta autoestima....... Debes ir a terapia.


Y se titulan por miles los psicólogos.
Nuestra vida se ve invadida por su palabrería: si te gusta el sexo y lo practicas sin cesar, eres sexoadicta y tienes miedo al compromiso; pero si, en cambio, te enamoras perdidamente de alguien y le eres fiel, eres dependiente e insegura de ti misma.


¡Qué estrés!
El gran cambio respecto a san Agustín o la moral victoriana es que hoy tu objetivo es inalcanzable: está siempre en movimiento.


Y la cartera, tras él...
Te convencen de que debes estar toda tu vida “trabajándote” y para ello  necesitas guías, terapia, libros, consultas, pastillas...


¿Y si vas a tu bola y punto?
Somos humanos y requerimos de marcos de referencia e instituciones, pero,  como están en crisis, sólo nos queda la psicología para buscar algo de coherencia. Así que ellos siguen ganando. 



Y ahora, con pastillas:
se muere un familiar, te las dan para superar el luto; 
te abandona la pareja, igual. 
 Llorar, que era lo más natural del mundo, hoy es un trauma que debe tratarse a pastillazos.

Se han medicalizado los sentimientos.
Y las carreras. 

Un profesional ahora debe lograr lo imposible: 
ser cordial con sus compañeros, pero competitivo; 
buen jefe, pero también buen amigo; 
 ser simpático, pero no demasiado, porque sería débil... Ni muy enérgico, porque sería autoritario. Por eso también necesita coaching psicológico.

¿Y si te aceptas como desastre?
Siempre habrá gurús dispuestos a ayudarle: esté tranquilo.



-------------------OTRO EJEMPLO SOBRE EL MISMO TEMA:

Libro:

Sonríe o Muere: 

Cómo el “Pensamiento Positivo” Engañó a América y al Mundo por Barbara Ehrenreich



Excelente crítica del libro de Barbara Ehrenreich. Jenni Murray aplaude a una demorada demolición de la sugerencia de que el pensamiento positivo es la respuesta a nuestros problemas
"Sonríe o muere, la trampa del pensamiento positivo" (Smile or Die, How Positive Thinking Fooled America and The World, 2009)


Barbara Ehrenreich es una reputada ensayista y activista social nacida en Estados Unidos en 1941. Tiene un doctorado en biología y ha publicado varios libros en la misma línea combativa.



De vez en cuando aparece un libro que repica tanto con tu propio pensamiento, y sin embargo, vuela de forma tan espectacular frente a la filosofía de moda, que llega como un alivio profundamente tranquilizador. 
Después de leer el libro  siento como si pudiera regodearme en el dolor, la tristeza, la decepción o cualquier emoción negativa que llegue de forma natural sin preocuparme por haberme convertido en ese estereotipo terrible, la cascarrabias, la vieja gruñona.

 Es decir, puedo ser meramente humana: alguien que no tiene que convencerse de que cada rechazo o desastre es una oportunidad de oro para “seguir adelante” de una manera optimista.


Ehrenreich llegó a su crítica de la industria de miles de millones de dólares del pensamiento positivo (una marea de libros, DVD, instructores de la vida, entrenadores ejecutivos y oradores de motivación) en circunstancias desgraciadas similares a las que yo tuve. 

Fue diagnosticada de cáncer de mama y, como yo, se encontró cada vez más incómoda por el lenguaje marcial y la cultura “rosa” que ha llegado a rodear esta enfermedad. 
Cuando me he encontrado con la brigada de “la actitud positiva te ayudará a luchar y sobrevivir esta experiencia”, mi respuesta ha sido protestar en contra del uso del vocabulario militar y preguntar cuán miserable el optimismo de los “sobrevivientes” haría que se sintiera la pobre mujer que se estaba muriendo. 

Ehrenreich presenta la prueba de numerosos estudios que demuestran que el pensamiento positivo no tiene ningún efecto sobre las tasas de supervivencia y ofrece los tristes testimonios de mujeres que han sido asoladas por lo que un investigador ha llamado “una carga adicional a un paciente ya devastado”.

Qué pena, por ejemplo, la mujer que escribió al gurú médico mente/cuerpo Deepak Chopra: “A pesar de que sigo los tratamientos, y he llegado lejos descargándome de sentimientos dañinos, he perdonado a todos, he cambiado mi estilo de vida para incluir la meditación, la oración, la dieta adecuada, el ejercicio y los suplementos, el cáncer sigue reproduciéndose. ¿Hay alguna una lección aquí que no entiendo, que hace que continúe apareciendo? Soy positiva y voy a vencerlo, sin embargo, con cada diagnóstico se hace más difícil mantener una actitud positiva.”

Como Ehrenreich continúa explicando, las exhortaciones a pensar positivamente (ver el vaso medio lleno, incluso cuando se encuentra hecho pedazos en el suelo) no se limitan a la cultura rosa del cáncer de mama. Ella refiere la susceptibilidad de los Estados Unidos a la filosofía del pensamiento positivo al pasado calvinista del país y muestra cómo, en sus primeros días, una puritana “exigencia de esfuerzo permanente y auto-examen hasta el punto de detestarse a sí mismo” aterrorizaba a niños pequeños y empujaba a “adultos previamente sanos a una condición de retraimiento mórbido, marcado generalmente por enfermedades físicas así como espanto interior”.

Sólo a comienzos del siglo 19 comenzaron a desaparecer las nubes de lobreguez calvinista y comenzó a crecer un nuevo movimiento que llegaría a tener un séquito tan ferviente como había tenido el anterior. 


Fue la unión de dos pensadores, Phineas Parkhurst Quimby y Mary Baker Eddy, en la década de 1860, que llevó a la formalización de una visión del mundo post-calvinista, conocido como el Movimiento del Nuevo Pensamiento. 
Se imaginaba un nuevo tipo de Dios que ya no era hostil e indiferente, sino un espíritu omnipotente al que los seres humanos tenían meramente que acceder a fin de controlar del mundo físico.

Las mujeres de clase media encontraron particularmente beneficioso este nuevo estilo de pensamiento, que llegó a ser conocido como las “leyes de la atracción”. Al negárseles toda oportunidad de luchar en el mundo, se habían pasado sus días excluidas de cualquier otro papel que el de recostarse en una hamaca, pero el enfoque del Nuevo Pensamiento y su “terapia de conversación” desarrollada por Quimby abría nuevas e interesantes posibilidades. 


Mary Baker Eddy, una beneficiaria de la cura, fundó la Ciencia Cristiana. Ehrenreich toma nota de que, si bien este nuevo estilo de pensamiento positivo ayudó aparentemente en la desvalidez o la neurastenia, no tenía efecto alguno sobre las enfermedades como la difteria, la escarlatina, el tifus, la tuberculosis y el cólera – así como hoy no cura el cáncer.

Así el pensamiento positivo, la suposición de que sólo hay que pensar en una cosa o desearla para que esto ocurra, comenzó su rápido ascenso hasta ser influyente.

 Hoy en día, como muestra Ehrenreich, tiene un enorme impacto en los negocios, la religión y la economía mundial. Describe visitas a las conferencias de oradores motivacionales donde a trabajadores que acaban de ser despedidos y obligados a formar parte de la cultura de contratos a corto plazo se les enseña que un “buen jugador de equipo” es, por definición, “una persona positiva” que “sonríe con frecuencia, no se queja, no es abiertamente criticón y se somete con gratitud a cualquier exigencia del jefe ”. 


Estas son personas que tienen cada vez menos poder para trazar su propio futuro, pero gracias al pensamiento positivo se les da “una visión del mundo -un sistema de creencias, casi una religión- que les asegura que serían de hecho infinitamente poderosos con tan sólo poder controlar sus propias mentes
”.

Y nadie ha sido más vulnerable a la tentación de esta filosofía que los autoproclamados “amos del universo”, los banqueros de Wall Street


Aquellos de nosotros educados en creer que ahorrar, tener una cuenta y vivir con los propios medios era la manera de proceder, y quienes se preguntan cómo diablos se redujo el crédito y ocurrieron los desastres subprime, no necesitan buscar más allá de la cultura que sostiene que el pensamiento positivo permite a cualquiera realizar sus deseos. (O, como dice uno de los títulos de los capítulos del libro de Ehrenreich: “Dios quiere que seas rico”.)

El trabajo de Ehrenreich explica dónde comenzó el culto del individualismo y el impacto devastador que ha tenido en la carencia de responsabilidad colectiva


Debemos, dice, desprendernos de nuestra capacidad de auto-absorción y tomar medidas contra las amenazas a las que nos enfrentamos, sean  los conflictos, la alimentación de los hambrientos, la financiación de la investigación científica o la educación que nutra el pensamiento crítico. 


Está inquieta por acentuar que “no escribo con un espíritu de amargura o desencanto personal, ni tengo ningún apego romántico al sufrimiento como una fuente de conocimiento o virtud. 


Por el contrario, me gustaría ver más sonrisas, más risas, más abrazos, más felicidad… y el primer paso es recobrarnos del engaño masivo que es el pensamiento positivo”. Su libro, me parece, es un llamado para el regreso del sentido común y, me temo, en lo que pretende ser una obra de crítica, sólo puedo encontrar cosas positivas que decir al respecto. ¡Maldita sea!

Para nosotros los españoles son un fenómeno relativamente nuevo, a pesar de que ya hace muchos años se daban conferencias de "Dale Carnegie", pero nada parecido a lo que sucede desde hace pocos años.


La autora muestra la perversidad intrínseca de este tipo de pensamiento cuando es aplicado de forma dogmática por las empresas y como excusa para el recorte de personal o para mantener un estado de continua vigilancia sobre el estado de ánimo de los empleados o para desviar la frustración de las personas hacía áreas no conclictivas (el paro como una oportunidad). 


Centrado en Estados Unidos pero con implicaciones mundiales. Se trata de un texto amplio que recorre diferentes espacios; las empresas, una mirada histórica, las megaigleias, la psicología positiva, la crisis actual como consecuencia de una confianza excesiva motivada quizá por el pensamiente positivo, etc.

Como todo lo que tiene un gran éxito, la teoría del pensamiento positivo tiene una parte que es verdadera. Siempre será mejor tener una actitud optimista que cenizo, pero sin perder el sentido de la perspectiva respecto a nuestras posibilidades y a la necesidad de esfuerzo para conseguir nuestras metas. 

2 comentarios:

Tonit dijo...

Hola Joan. Està bé la crítica, però como tot, cada moneda té dues cares. Ser positiu té una influència evident en les persones/situacions que t'envolten. Transformar el "positivisme" en una religió et duu al error de sempre, la falta de responsabilitat.

Qualsevol best-seller d'autoajuda tindrà un ingredient essencial: la fòrmula de l'èxit a curt termini.

T'imagines un best-seller que digui "l'únic camí és el de l'equilibri en tots els aspectes físics i psicològics de la pròpia existència, i un estat espiritual d'estimació incondicional a tots els agents que participen en el teu aprenentatge." No funcionaria!! jejje

Bona feina amb el teu blog!
Una abraçada!

joan fliz dijo...

Nos han vendido dificultad para restarnos poder.

Lo del largo plazo lo firmo ahora mismo:

La vida es una carrera de fondo no de velocidad . Saludos