15 octubre 2014

Como Inglaterra regalo Palestina a los sionistas

Benjamin H. Freedman fue uno de los individuos más intrigantes e impresionantes del siglo XX. El Sr. Freedman, nacido en 1890, fue un hombre de negocios judío con mucho éxito de Nueva York, quien fue una vez el propietario principal de la compañía de sopa Woodbury.
http://www.azquotes.com/picture-quotes/quote-as-christians-learn-how-self-styled-jews-have-spent-millions-of-dollars-to-manufacture-benjamin-h-freedman-66-15-96.jpg
Rompió con el judaísmo organizado después de la victoria judeo-comunista de 1945, y pasó el resto de su vida gastando una parte considerable de su fortuna, al menos 2.5 millones de dólares, en exponer la tiranía judía que había envuelto a los Estados Unidos.

ESTE PLANO NO NECESITA SER DICUTIDO
El verde es Palestina y como Israel va robando terreno año a año: 

 El Sr. Freedman sabía de lo que estaba hablando porque había estado en las posiciones más altas de las organizaciones judías y sus maquinaciones para ganar poder en la nación.
freedman
El Sr. Freedman estaba relacionado personalmente con Bernard Baruch, Samuel Untermeyer, Woodrow Wilson, Franklin Roosevelt, Joseph Kennedy, y John F.Kennedy, y otros muchos personajes de nuestro tiempo.

Este discurso se dio ante una audiencia patriótica en 1961 en el Hotel Willard en Washington, D.C., con el apoyo del periódico patriótico de la época del Conde McGinely "Common Sense"(...)

Aquí en los Estados Unidos, los Sionistas y sus correligionarios han tomado el control de nuestro gobierno. Por muchas razones, demasiadas y complejas para discutir ahora, los Sionistas y sus correligionarios gobiernan los Estados Unidos como si fueran los monarcas absolutos de este país.
Monsanto fabricó bombas de fósforo 
utilizadas contra civiles en Palestina...

Ahora debéis pensar que esa afirmación es muy amplia, pero dejad que os demuestre qué pasó mientras estábamos dormidos. ¿Qué pasó? La Primera Guerra Mundial empezó en el verano de 1914. Hay muy poca gente de mi edad aquí que lo recuerde. Esa guerra estaba compuesta por un lado por Gran Bretaña, Francia y Rusia; y en el otro por Alemania, el imperio Austro-Húngaro y Turquía. En dos años, Alemania había ganado la guerra: no sólo la ganó nominalmente, la ganó finalmente.

Los submarinos alemanes, que eran una sorpresa para el mundo, habían barrido a todos los enemigos del Océano Atlántico. Gran Bretaña seguía allí sin munición para sus soldados, con un suministro de comida para una semana - y después de eso, el hambre. En ese momento, la armada francesa organizó un motín. Habían perdido 600.000 jóvenes franceses en defensa de Verdún en el Somme.

La armada rusa estaba mermada, estaban recogiendo y marchándose a casa, no querían jugar más a la guerra, no les gustaba el Zar. Y la armada italiana estaba colapsada. No se había disparado ni una sola vez contra suelo alemán. Ningún soldado enemigo había cruzado la frontera alemana. Y además, Alemania estaba ofreciéndole a Inglaterra la paz.

Ofrecieron a Inglaterra una paz negociada que los abogados llaman un "status quo ante basis". Esto significa: "Digamos que la guerra ha terminado, y pongamos las cosas como estaban antes de que empezara." Inglaterra, en el verano de 1916 estaba considerándolo seriamente. No tenían elección. Era aceptar esta paz negociada que Alemania estaba ofreciendo magnánimamente, o seguir con la guerra y acabar vencidos totalmente.

Mientras esto ocurría, los Sionistas en Alemania, que representaban a los Sionistas de la Europa del Este, fueron al Gabinete de Guerra Británico y - voy a ser breve porque es una larga historia, pero tengo todos los documentos que prueban cualquier afirmación que haga - dijeron: "Miren. Aún pueden ganar esta guerra. No tienen que rendirse. No tienen que aceptar la paz negociada que les ofrece Alemania.

Pueden ganar esta guerra si los Estados Unidos se convierten en su aliado." Estados Unidos no estaban en la guerra en ese momento. Estábamos frescos; éramos jóvenes; éramos ricos; éramos poderosos. Le dijeron a Inglaterra:
"Les garantizamos traer a Estados Unidos a la guerra como su aliado, para luchar a su lado, si nos prometen Palestina después de ganar la guerra." En otras palabras, hicieron este trato: "Traeremos a los Estados Unidos a la guerra como su aliado. El precio que deben pagar es Palestina después de que hayan ganado la guerra y vencido a Alemania, el imperio Austro-Húngaro y Turquía."

Inglaterra tenía tanto derecho de prometer Palestina a cualquiera como los Estados Unidos de prometer Japón a Irlanda por cualquier motivo. Es absolutamente absurdo que Gran Bretaña, que nunca tuvo conexión alguna, interés o derecho en Palestina, debiera prometerla como moneda de pago para que los Sionistas trajeran a Estados Unidos a la guerra.

Sin embargo, hicieron esta promesa en octubre de 1916. Y poco después de esto - no sé cuántos aquí lo recuerdan - Estados Unidos, que estaba totalmente a favor de Alemania, entraron en la guerra como aliados de Gran Bretaña. Digo que estaban a favor de Alemania porque los periódicos aquí estaban controlados por judíos, los banqueros eran judíos, todos los medios de comunicación en este país estaban controlados por judíos; y los judíos estaban a favor de Alemania.

Eran pro-alemanes porque muchos de ellos habían venido de Alemania, y querían ver como Alemania aplastaba al Zar. A los judíos no les gustaba el Zar y no querían que Rusia ganara esta guerra.

Estos banqueros judeo-alemanes, como Kuhn Loeb y otras compañías bancarias importantes en Estados Unidos, rechazaron financiar a Francia o Inglaterra. Se quedaron a un lado y dijeron:

"Mientras Francia e Inglaterra estén unidas a Rusia, ¡ni un céntimo!". Pero arrojaron dinero sobre Alemania, lucharon al lado de Alemania contra Rusia, tratando de destruir el régimen zarista. Esos mismos judíos, cuando vieron la posibilidad de conseguir Palestina, fueron a Inglaterra a realizar este acuerdo. En ese momento, todo cambió, como un semáforo que cambia de rojo a verde.

Cuando los periódicos habían sido pro-alemanes, cuando habían hablado de las dificultades que Alemana tenía al luchar contra Inglaterra en muchos aspectos, de pronto los alemanes no eran buenos. Eran villanos. Eran hunos. Estaban disparando contra enfermeras de la Cruz Roja. Cortaban las manos de los bebés. No eran buenos. Poco después, el Sr. Wilson declaró la guerra a Alemania.

Los sionistas en Londres habían enviado cables a los Estados Unidos, a Justice Brandeis, diciendo "Id a ver al Presidente Wilson. Estamos consiguiendo lo que queremos de Inglaterra. Id a ver al presidente Wilson y meted a los Estados Unidos en la guerra". Así fue como los Estados Unidos entraron en la guerra. No teníamos más interés en ello; no teníamos más derecho de estar dentro, que estar en la luna esta noche en vez de en esta habitación.

Rabinos protestan contra el estado de Israel: No había ninguna razón para que la Primera Guerra Mundial fuera nuestra guerra. Nos metieron dentro - si puedo ser vulgar, nos chuparon - de esta guerra meramente para que los Sionistas del mundo obtuvieran Palestina. De eso nunca se ha hablado a la gente de Estados Unidos. Nunca supieron porque fuimos a la Primera Guerra Mundial. Después de entrar en la guerra, los Sionistas fueron a Gran Bretaña y dijeron: "Bien, nosotros hicimos nuestra parte del trato. Pongamos por escrito que van a mantener su deuda y nos van a dar Palestina después de ganar la guerra". No sabían si la guerra iba a durar otro año o diez más. Por eso empezaron a pensar en un recibo. El recibo tomó la forma de una carta, en un lenguaje muy críptico para que el mundo al completo no supiera de qué iba.



Y esto es lo que se llama la Declaración Balfour. Esta declaración fue la mera promesa de Gran Bretaña de pagar a los Sionistas con lo que habían acordado al traer a los Estados Unidos a la guerra. Por eso esta maravillosa Declaración Balfour, de la que habéis oído hablar tanto, es tan falsa como un billete de tres dólares. No creo poder hacerlo más enfático que esto. Aquí es donde empezó todo el problema.

Estados Unidos entró en la guerra. Estados Unidos aplastó a Alemania. Sabéis lo que pasó. Cuando la guerra terminó y los alemanes fueron a París a la Conferencia de Paz en 1919, había 117 judíos, como la delegación representante de los judíos, encabezados por Bernard Baruch. Yo estaba allí: Debía saber. ¿Qué pasó? Los judíos en esa conferencia de paz, cuando estaban cortando Alemania y parcelando Europa para esas naciones que clamaban el derecho de una cierta parte de territorio europeo, dijeron, "¿Qué pasa con darnos Palestina?" Y sacaron, para sorpresa de los alemanes, la Declaración Balfour. Por eso los alemanes, se dieron cuenta por primera vez, "¡Oh, así que ese era el juego!".

"Por eso Estados Unidos entraron en la guerra. "Los alemanes por primera vez se dieron cuenta que estaban vencidos, sufrían las horribles reparaciones que les impusieron, porque los Sionistas querían Palestina y estaban dispuestos a conseguirla a cualquier precio. Eso nos lleva a otro punto muy interesante. Cuando los alemanes se dieron cuenta, naturalmente se resintieron. Hasta ese momento, los judíos no habían estado mejor considerados en ningún país del mundo que en Alemania. Allí estaba el Sr. Rathenau que tenía una industria 100 veces más importante que Bernard Baruch en este país.

El Sr. Balin, que era el dueño de dos grandes líneas de vapor, el norteño Lloyd y las líneas Hamburgo-Americanas. El Sr. Bleichroder, que era el banquero de la familia Hohenzollern. Estaban los Warburg en Hamburgo, que eran los grandes banqueros mercantes - el más grande en el mundo. Los judíos estaban muy bien en Alemania. No hay nada que decir sobre eso. Los alemanes sintieron lo siguiente: "Bien, nos han vendido."(...)

Habían sido amables con ellos: desde 1905, cuando la primera revolución rusa fracasó, y los judíos empezaron a salir de Rusia, todos fueron a Alemania. Y Alemania les dio refugio. Y se les trató muy bien. Y ellos habían vendido a Alemania simplemente por el hecho de que quería Palestina por la así llamada "Mancomunidad Judía".

Nahum Sokolowy todos los grandes líderes y grandes nombres que habéis leído que tienen conexión con el Sionismo hoy, en 1919, 1920, 1921, 1922 y 1923 escribieron en todos sus periódicos - y la prensa estaba llena de sus afirmaciones - que el sentimiento contra los judíos en Alemania se debe al hecho de que se dieron cuenta que su gran derrota fue causa de la intercesión de los judíos en meter a Estados Unidos en la guerra. Los mismos judíos lo admitieron.(...)

No había ningún sentimiento en contra de la gente por su creencia religiosa. Todo era político. Era económico. Era todo menos religioso.(...) Este sentimiento que se desarrolló más tarde en Alemania era debido a una cosa: los alemanes culparon a los judíos por su aplastante derrota.

Y la Primera Guerra Mundial había empezado por ninguna razón de la que Alemania era responsable. No eran culpables de nada. Sólo de tener éxito. Construyeron una gran marina. Crearon el comercio mundial. Debéis recordar que Alemania en la época de la Revolución Francesa consistía en 300 pequeñas ciudades-estado, principados, ducados, etc. Trescientas entidades políticas separadas.

Y en ese tiempo, entre el tiempo de Napoleón y Bismarck, se consolidaron en un estado. Y en los siguientes 50 años se convirtieron en una de las potencias mundiales. Su marina rivalizaba con Gran Bretaña, tenían negocios en todo el mundo, podían superar en ventas a cualquiera, podían hacer mejores productos. ¿Qué pasó como resultado de esto?

Había una conspiración entre Inglaterra, Francia y Rusia para hundir a Alemania. No hay ningún historiador en el mundo que pueda encontrar una razón válida para que estos tres países decidieran barrer a Alemania del mapa político. Cuando los alemanes se dieron cuenta que los judíos fueron responsables de su derrota, naturalmente se resintieron. Pero a pesar de todo no se tocó ni un pelo de un judío. Ni uno.

El profesor Tansill, de la Universidad de Georgetown, que tenía acceso a todos los documentos secretos del Departamento de Estado, escribió en su libro, y citó de un documento del Departamento de Estado escrito por Hugo Schoenfelt, un judío de Cordell Hull enviado a Europa en 1933 para investigar los llamados campos políticos de prisioneros, que escribió que los encontró en muy buenas condiciones.

Estaban en una forma excelente, donde se trataba bien a todo el mundo. Y estaban llenos de comunistas. Bien, muchos de ellos eran judíos, porque los judíos comprendían el 98% de los comunistas de Europa en ese momento. Y había algunos sacerdotes, y ministros, y líderes sindicales, y masones y otros que estaban en organizaciones internacionales.

Algo de trasfondo: En 1918-1919 los comunistas tomaron Baviera por unos días. Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht y un grupo de otros judíos tomaron el gobierno por tres días. De hecho, cuando el Káiser acabó la guerra escapó a Holanda porque pensó que los comunistas iban a tomar Alemania como hicieron con Rusia y que iba a tener el mismo destino que el Zar.


Por eso escapó a Holanda, por seguridad. Después que la amenaza comunista fue aplastada en Alemania, los judíos seguían trabajando, intentando volver a su posición inicial, y los alemanes lucharon con ellos en todas las formas posibles sin dañarles un solo pelo de su cabeza.(...)No lucharon con pistolas.

Esa era la manera con la que luchaban con los judíos en Alemania. Y en ese momento, había de 80 a 90 millones de alemanes, y sólo había 460.000 judíos. Alrededor de menos del 1% de la población de Alemania eran judíos. Y controlaban la prensa, y controlaban la mayor parte de la economía porque habían invertido cuando el marco estaba devaluado y lo habían comprado prácticamente todo.

Los judíos trataron de ocultar este hecho. No querían que el mundo entendiera realmente que habían vendido Alemania, y que los alemanes estaban resentidos por eso. Los alemanes tomaron medidas apropiadas contra los judíos. Ellos los discriminaron siempre que pudieron. Los rehuyeron.(...)

Al poco tiempo, los judíos del mundo pidieron una reunión en Amsterdam. Los judíos de cada país fueron a esta reunión en julio de 1933. Y le dijeron a Alemania: "Despedís a Hitler, y ponéis a cada judío en su antiguo puesto tanto si era comunista o cualquier otra cosa. No podéis tratarnos así. Y nosotros, los judíos del mundo, os estamos dando un ultimátum". Podéis imaginar lo que contestaron los judíos. ¿Qué hicieron los judíos?.

En 1933, cuando Alemania rechazó rendirse en la conferencia mundial de los judíos en Amsterdam, ésta terminó, y el Sr. Samuel Untermyer, que era el cabeza de la delegación americana y el presidente de la conferencia, fue a los Estados Unidos hacia los estudios de Columbia Broadcasting System y emitió por radio lo siguiente, "Los judíos del mundo declaran una Guerra Santa contra Alemania.

Estamos involucrados en un conflicto sagrado contra los alemanes. Y vamos a hacer que se rindan. Vamos a hacerles un boicot internacional. Eso los destruirá porque dependen de su negocio de exportación”. Y es un hecho que dos tercios de los suministros de comida alemanes tenían que importarse, y solo se podía importar en relación a lo exportado.

Por eso si Alemania no podía exportar, dos tercios de la población Alemana se moriría de hambre. Había suficiente comida para poco más de un tercio de la población. En esta declaración, que tengo aquí, y que fue impresa en el New York Times el 7 de agosto de 1933, el Sr. Samuel Untermyer afirmó que "este boicot económico es nuestro método de defensa.

El presidente Roosevelt ha abogado por su uso en la Administración Nacional de Recuperación", que algunos de vosotros recordareis, cuando todo el mundo era boicoteado a no ser que siguiera las reglas del New Deal, y que fue declarado inconstitucional por la Corte Suprema en ese momento.
Sin embargo, los judíos del mundo declararon un boicot contra Alemania, y era tan efectivo que no se podía encontrar en el mundo algún producto con las palabras "hecho en Alemania".(...)

Naturalmente los alemanes dijeron "¿Quiénes son ellos para declararnos un boicot y despedir a nuestra gente, y parar nuestras industrias? ¿Quienes son para hacernos esto?”. Naturalmente se resintieron: pintaron esvásticas en tiendas judías. ¿Por qué un alemán iba a darle dinero a un comerciante que era parte de un boicot que iba a dejar morir de hambre a Alemania por causa de todos los judíos del mundo, que iban a dictar quien iba a ser el primer canciller?.

Era ridículo. El boicot continuó durante algún tiempo, pero no fue hasta 1938 cuando un joven judío de Polonia fue a la embajada alemana en París y disparó a un oficial alemán, cuando los alemanes realmente empezaron a ponerse duros con los judíos en Alemania.

Entonces empezaron a romper ventanas y a tener peleas callejeras. No me gusta usar la palabra "Anti-Semitismo" porque no tiene significado, pero aún significa algo para vosotros, por eso tendré que usarla. La única razón que había en Alemania contra los judíos era que eran responsables de la Primera Guerra Mundial y su boicot mundial.

También eran responsables por la Segunda Guerra Mundial, ya que después de que esto se escapara de las manos, era absolutamente necesario para los judíos y Alemania, saber quien iba a sobrevivir en esta guerra.

Mientras tanto, yo había vivido en Alemania, y sabía que los alemanes habían decidido que Europa iba a ser cristiana o comunista: no hay ningún punto medio. Y los alemanes decidieron que iban a mantenerla cristiana si era posible. Y empezaron a rearmarse.

En noviembre de 1933 los Estados Unidos reconocieron a la Unión Soviética. La Unión Soviética se estaba volviendo muy poderosa, y Alemania se dio cuenta de que "nuestro cambio se producirá rápido, si no nos fortalecemos”.

Lo mismo que decimos nosotros en este país, "nuestro cambio se producirá rápido, si no nos fortalecemos”. Nuestro gobierno está gastando 83 o 84 billones de dólares en defensa. ¿Defensa contra quién? Defensa contra 400.000 pequeños judíos en Moscú que tomaron Rusia, y entonces, de diversas maneras, tomaron control de otros muchos países en el mundo.

El que este país esté en el vértice de la Tercera Guerra Mundial, de la que no podemos emerger victoriosos, es algo que asombra a mi imaginación.(...)¿A qué nos enfrentamos? Si nos metemos en una guerra mundial que puede convertirse en guerra nuclear, la humanidad se acaba. ¿Por qué tendría lugar una guerra como esa? Tendrá lugar cuando se levante la cortina del tercer acto: El acto primero era la Primera Guerra Mundial, el acto 2º era la Segunda Guerra Mundial, y el acto tercero será la Tercera Guerra Mundial.

Los judíos del mundo, los Sionistas y sus correligionarios en cualquier parte, están determinados en usar de nuevo a Estados Unidos para que los ayuden permanentemente en retener Palestina como la base de su nuevo gobierno mundial. Eso es tan cierto como que estoy de pie aquí. No sólo lo he leído, muchos aquí también lo han hecho, y es sabido en todo el mundo. ¿Qué vamos a hacer? La vida que salvéis puede ser la de vuestros hijos. Vuestros chicos pueden encaminarse a la guerra esta noche; y no sabéis nada al igual que en 1916 en Londres los Sionistas hicieron un trato con el Gabinete de Guerra Británico para enviar a vuestros hijos a la guerra en Europa. ¿Lo sabíais en ese momento? Nadie en Estados Unidos lo sabía. No se os permitió saberlo. ¿Quien lo sabía? El presidente Wilson lo sabía. El Coronel House lo sabía.

Otros en el interior lo sabían. ¿Yo lo sabía? Tenía idea de lo que estaba pasando: Yo fui el enlace para Henry Morgenthau, Sr.,en la campaña de 1912 cuando se eligió al presidente Wilson, y cuando se hablaba en la oficina. Yo era el "hombre confidencial" de Henry Morgenthau, Sr.,que era presidente del comité de finanzas, y yo era el enlace entre él y Rollo Wells, el tesorero. Por eso me sentaba en esas reuniones con el presidente Wilson a la cabeza de la mesa, y todos los demás, y oí como le zumbaban en la cabeza sobre la tasa de ingreso y lo que se ha convertido en la Reserva Federal, y los oí adoctrinarle con el movimiento Sionista.

Justice Brandeis y el presidente Wilson estaban tan cerca como dos dedos de una mano. El presidente Woodrow Wilson era sólo un incompetente cuando se trataba de determinar qué es lo que pasaba. Así es como nos metieron en la Primera Guerra Mundial, mientras todos dormíamos. Mandaron a nuestros chicos al matadero. ¿Para qué? Para que los judíos tuvieran Palestina como su "mancomunidad". Os han idiotizado tanto que no sabéis si vais o venís.(...)¿Cuáles son los hechos sobre los judíos? Los judíos de la Europa del Este, que forman el 92% de la población mundial de los que se llaman asimismo judíos, eran originalmente Khazars. Eran una tribu guerrera que vivían en el corazón de Asia.

Y eran tan guerreros que incluso los asiáticos los echaron de Asia hacia el este de Europa. Establecieron un gran reino Khazar de 800,000 millas cuadradas. En ese momento, Rusia no existía, ni muchos otros países europeos. El reino Khazar era el más grande de Europa - tan grande y tan poderoso que cuando otros monarcas quisieron ir a la guerra, los Khazares les prestarían 40,000 soldados. Así eran de grandes y poderosos.

Eran adoradores del falo, que es mugriento y no quiero entrar ahora en detalles. Pero esa era su religión, como también lo era de otros paganos y bárbaros en otras partes del mundo. El rey Khazar se disgustó tanto con la degeneración de su reino que decidió adoptar una fe monoteísta - ya fuera Cristianismo, Islam o lo que se conoce ahora como Judaísmo, que es realmente Talmudismo. Girando una rueda y diciendo "eeny, meeny, miney, moe", escogieron el Judaísmo. Y se convirtió en la religión del estado.

Fueron a las escuelas talmúdicas de Pumbedita y Sura y trajeron miles de rabinos, y abrieron sinagogas y escuelas, y su gente se convirtió en lo que llamamos judíos. No había ninguno de ellos que tuviera un antepasado que hubiera puesto un pie en Tierra Santa. No sólo en la historia del Antiguo Testamento, sino al principio de todo. ¡Ninguno de ellos! Y así vienen a los cristianos y nos piden apoyo en sus insurrecciones armadas en Palestina diciendo, "Queréis ayudar a repatriar al pueblo elegido por Dios a su tierra prometida, su patria ancestral, ¿verdad?.



Es vuestro deber cristiano. Os dimos a uno de nuestros chicos como vuestro Señor y Salvador. Ahora vais a la iglesia los domingos, y os arrodilláis y adoráis a un judío, y nosotros somos judíos”. Pero son paganos Khazars que se convirtieron igual que se convirtió a los irlandeses. Es tan ridículo llamarlos "la gente de la Tierra Prometida", como sería llamar a los 54 millones de musulmanes chinos "árabes".Mahoma murió en el 620 después de Cristo. Y desde entonces 54 millones de chinos han aceptado el Islam como su creencia religiosa.

Imaginad, en China, a 2000 millas de Arabia, de la Meca, el lugar de nacimiento de Mahoma. Imaginad que estos 54 millones de chinos deciden llamarse "árabes". Diríais que son unos lunáticos. Alguien que crea que estos 54 millones de chinos son árabes debe estar loco.(...)Esos Khazars, esos paganos, esos asiáticos, esos turco-finlandeses, eran una raza mongoloide que fueron echados de Asia a Europa del Este. Ya que su rey adoptó la fe talmúdica, no tuvieron elección. (,,,)Por eso los Khazares se convirtieron en lo que hoy llamamos judíos. Esa es una de las grandes mentiras de la historia. Es el fundamento de toda la miseria que ha caído en el mundo.

¿Sabéis lo que hacen los judíos en el Día de la Expiación, que creéis que es tan sagrado para ellos? Yo era uno de ellos. Esto no son rumores. No estoy aquí para ser un agitador de masas. Estoy aquí para daros hechos. Cuando, en el Día de la Expiación, entras en una sinagoga, te quedas de pie desde la primera oración que recitas. Es por la única oración por la que te levantas. Repites tres veces una oración corta llamada Kol Nidre.

En esta oración, entras en un acuerdo con Dios Todopoderoso que cualquier juramento, reverencia o ruego que hagas durante los siguientes doce meses debe anularse. El juramento no debe ser un juramento; la reverencia no debe ser una reverencia; el ruego no debe ser un ruego. No deben tener poder o efecto. Y además, el Talmud enseña que siempre que hagáis un juramento, reverencia o ruego, debéis recordar el Kol Nidre que recitasteis en el Día de la Expiación, y estas exento de cumplirlos.

¿Cuanto podéis depender de su lealtad? Podéis depender de su lealtad tanto como los alemanes dependieron en 1916. Vamos a sufrir el mismo destino que sufrió Alemania, y por la misma razón.








Publicadas por Mamanga

Anónimo dijo...

Yo he notado desde muy joven que detrás del capitalismo américano, y otros esta el avaro y usuro capital judío, leí en el diario de Dostoievski, como esta etnia judía explotaba a los pobres campesinos rusos, en Mi lucha, observé, que motivo a Hitler inicialmente a luchar contra ese pueblo, que no era otra que su ingerencia en la economía, política y sociedad alemana etc. cuando leí el el libro los sabios de Sion, me quede mudo con lo propuesto allí. En resumen he leído el artículo de esta pagina y revivo mi sorpresa sobre el tema, no sabia que hubieran intervenido en el cambio del curso de la primera guerra mundial, excelente página. puedo guardar copia de la misma.


El término conspiranoico me llamó la atención de uno de los comentaristas, claro está que se trata o de un ignorante o de un judío. Si es lo primero, le recomiendo con sencillez leer el pentateuco y sabrá de donde procede

la megalomanía de los judíos sionistas de gobernar el mundo, no se trata de una fantasía paranoica ni mucho menos, y si lee al profeta isaias verá que este le predice al pueblo "elegido"ser servido por los reyes de los gentiles y de ser amamantados por nodrizas que serán nuestras reinas, y termina la "profecía" diciendo: que el pueblo que no le sirviere perecerá, fíjese que no habla de amistad sino de esclavitud. En fin si se trata de un judío, debe tambien reflexionar sobre lo mismo con humanidad y honestidad, que parece que gran parte de ellos han olvidado.Las leyes de nurenberg no fueron racistas, fueron la aplicación de su propio racismo en contra de ellos mismos.

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Ordenada por el propio Ben Gurión, en ella tres de las personalidades políticas más importantes de Israel mataron a centenares de palestinos
La triple matanza de Lydda



En este mes de mayo, palestinos y árabes conmemoran el 67 aniversario de la “Nakba”, o sea, “La catástrofe”, llamada en Israel “Independencia”. Imagínense, a un cúmulo de inmigrantes llegados a Palestina desde Europa y tienen la gran desfachatez, apoyados por las grandes potencias, de proclamar su “independencia” sobre el territorio palestino. Un caso que no tiene parangón en la historia pero planteado como “normal” por unas potencias europeas, especialmente Gran Bretaña, que fueron y siguen siendo, junto a estados Unidos, los auténticos invasores y ocupantes de Palestina. Lydda es una ciudad palestina sita a 38 km al noroeste de Jerusalén, cuya fundación por los cananeos se remonta al período entre 5600 y 5250 a.c. La ciudad, junto a Ramle, de la que dista unos 5 kilómetros, no había sido incluida en el territorio del futuro Estado de Israel en la resolución 181 de la ONU del 29 de noviembre de 1947, de partición de Palestina en dos Estados, árabe e israelí. Sin embargo Israel ocupó las dos ciudades tres meses después de la proclamación del Estado de Israel, el 14 de mayo 1948.
Israel bíblico e Israel sionista… incesantes matanzas de palestinos
Con esa llamada independencia se implantaba por la fuerza de las armas (armas todas europeas especialmente británicas) el llamado Estado de Israel. Y como hacía unos 3200 años, tal como narra el Torá (el Antiguo Testamento) sobre la bárbara invasión hebrea de Palestina en aquél tiempo, también la nueva invasión se hizo a base de interminables matanzas entre la población palestina, que los palestinos nunca olvidaremos ni perdonaremos, a pesar de lo que diga o deje de decir la Autoridad Nacional Palestina, construida por Israel, EEUU y la UE sobre el olvido y el perdón, a espaldas del pueblo palestino. El holocausto palestino sigue trágicamente doliente en el corazón y en la memoria palestina y árabe.
Las bandas terroristas judío-europeas perpetraron numerosas matanzas entre la población palestina en los meses anteriores al 14 de mayo 1948, especialmente en el mes de abril. A título de ejemplo los siguientes: La matanza de Al Husainiyah el 16 de marzo, la matanza de Deir Yasin el 9 de abril, la matanza de Qalonia el 12 abril, la matanza de Al-Luyun el 13 abril, la matanzas de la Colina de Letvinsky y de Hosha, ambas el 16 abril, la matanzas de la ciudad de Haifa y de Al-Ramah, ambas el 22 abril, la matanza de Al-Khairiya el 25 abril, la matanza de Ein Al-Zaitun el 2 mayo, la matanza de Arab Al-Sbeih el 6 mayo, la matanza de Breir el 12 mayo, etc.
Tras la fatídica proclamación del Estado de Israel, el 14 de mayo, se intensificaron las matanzas de palestinos, en una vasta operación de limpieza étnica. También a título de ejemplo y no de enumeración mencionamos las siguientes, todas perpetradas en 1948: la matanza de Abu Shusha el 15 de mayo, la matanza de Beit Dras el 21 mayo, la matanza de Al-Tantura el 22 mayo, la doble matanza de Lidda- Mezquita de Dahmash, el 11 de julio, la matanza de Al Tireh el 16 de julio, la matanza de Al-Dawaymeh el 29 de octubre, la matanzas de Faradiyeh y de Sulha, ambas el 30 de octubre, la matanza de Al Safsaf el 30 de diciembre, etc.
La triple matanza de Lydda
Entre el 10 y el 12 de julio de 1948, dos matanzas fueron perpetradas en Lydda por las fuerzas del entonces recién creado ejército israelí que expulsó de la ciudad a la totalidad de la población que entonces rondaba los 70 mil habitantes debido a que en ella se habían reunido decenas de miles de refugiados procedentes de las ciudades y pueblos cercanos huidos de la barabrie israelí.
El 10 de julio de 1948 Lydda fue atacada por el tercer batallón del Palmaj (tropas de élite), formado principalmente por miembros de los grupos terroristas judíos de Haganá e Irgún.
Inicialmente, la ciudad fue sometida a una lluvia de morteros provocando numerosas bajas entre la población.
El primer jefe del Gobierno israelí, Ben Gurión, había ordenado esa matanza personalmente, colocando a la cabeza de las fuerzas atacantes a un comandante del Palmach, Yigal Allón, quien con el correr de los años se convirtió, en 1969, en primer ministro interino, sucediendo en el cargo a Golda Meir. Ese criminal de Guerra, fallecido en 1980, ocupó cuatro carteras ministeriales hasta 1977.
Allón ordenó bombardear la ciudad desde el aire, con lo que Lydda fue la primera ciudad palestina bombardeada por la aviación israelí, con aviones regalados al recién fundado Estado por los británicos, antes de abandonar Palestina el 15 de mayo de 1948, o sea, al día siguiente de la proclamación del Estado. Una vez acabado el bombardeo aéreo irrumpieron en las calles de la ciudad los soldados del tercer batallón del Palmaj abriendo el fuego de sus metralletas contra viviendas, locales comerciales y transeúntes, llenando las calles de cadáveres de civiles de todas las edades.
Otro comandante del Palmaj y otro criminal de Guerra, Isaac Rabin (ridículo premio Nobel de la Paz 1994) comandaba las tropas que atacaron Lydda aquél fatídico día, como lugarteniente de Allón.
Un tercer criminal de guerra, Moshe Dayan, participó en la matanza de Lydda. Así lo dejó escrito Kennet Bilby, enviado del New York Herald Tribune a Palestina y quien entró en Lydda el 12 de julio 1948, siendo testigo directo de la masacre. Kenneth aseguró haber visto a Dayan encabezando un convoy de vehículos militares armados, transportando soldados armados, que abrían el fuego de sus metralletas y fusiles “contra todo lo que se movía. Los cuerpos de hombres árabes, mujeres e incluso niños estaban esparcidos a la sombra de aquel inmisericorde y rotundo mando”. En realidad, el entonces coronel Dayan encabezaba el 89º batallón del ejército israelí en aquella matanza y sus tropas iban a bordo de jeeps y algunos vehículos blindados Marmon-Herrington, de fabricación sudafricana (aunque con los principales componentes eran fabricados por EEUU y Gran Bretaña). Esos blindados disponían de dos ametralladoras Vickers, de 7.7 mm, con una potencia de fuego de entre 450-600 disparos por minuto (según la versión de que se trate). Imagine el lector una jeeps y blindados abriendo fuego contra una población civil, sus viviendas y sus negocios.
Según la historiadora israelí, Anita Shapira, profesora de Historia Judía de la universidad de Tel Aviv, asegura que Dayan llevó a cabo aquella masacre por iniciativa propia y sin coordinar con su jefe inmediato, Isaac Rabin. Según Shapira, la tropa de Dayan cruzó toda la ciudad de Lydda disparando incesantemente y continuó haciéndolo en la carretera de Lydda a la vecina Ramleh. En ambas ciudades la resistencia encontrada por los israelíes era mínima y protagonizada por milicianos palestinos pobremente armados. (http://en.wikipedia.org/wiki/1948_Palestinian_exodus_from_Lydda_and_Ramle).
En el número de julio-agosto de 1994 del Washington Report of the Middle East Affairs, escribió Donald Neff, periodista y autor estadounidense que era director durante años de la corresponsalía de la revista Time en Jerusalén y que acaba de fallecer hace unos días a la edad de 85 años: “Dos corresponsales estadounidenses han sido testigos de lo ocurrido en aquel ataque (contra Lydda), Keith Wheeler, del Chicago Sun Times, quien escribió bajo el título de “Tácticas sorpresivas e intensas conquistaron Lydda”, sobre la actuación de las tropas del Palmaj aquél día en Lydda, lo siguiente: “prácticamente todo lo que había en su camino murió. Cadáveres esparcidos yacían en las calles”. El segundo corresponsal era el ya referido Kenneth Bilby.
La Segunda Matanza de Lydda
La segunda matanza de Lydda tuvo lugar en la mezquita de Dahmash, en el centro de la ciudad. Por los altavoces las tropas israelíes ordenaban a la población, el 11 de julio, dirigirse a aquella mezquita, y muchos obedecieron esta orden amontonándose en el interior de la mezquita cientos de personas de todas las edades, en su mayoría hombres.
A lo largo de dos días estas personas fueron encerradas allí, sin comida, convirtiéndose en prisioneros. Cuando algunos intentaron escapar soldados israelíes abrieron fuego de sus metralletas contra la multitud dentro del recinto de la mezquita matando a casi dos centenares de personas. El horror registrado en aquella mezquita empujó a las autoridades israelíes a cerrarla herméticamente, permaneciendo abandonada hasta 1994 cuando fue reformada y reabierta a los fieles.
Las victimas de estas dos matanzas, según la parte palestina, oscilan entre 1000 y 1500 muertos, mientras la parte israelí, que denomina la matanza de Lydda “Operación Danny” , reduce a 250 e número de palestinos muertos en aquella masacre.
La matanza fue descrita parcialmente por Ari Shavit, escritor y periodista israelí (Haaretz) en un artículo titulado: “a city, a massacre, and the Middle esat today” publicado por The New Yorker, el 21 octubre 2013: “En treinta minutos, 250 palestinos fueron asesinados. El sionismo había llevado a cabo una masacre en la ciudad de Lydda”.
La “Tercera Matanza” de Lydda
Sin embargo, la tragedia de Lydda no acabó allí. Las tropas israelíes forzaron a unos 70.000 palestinos a que abandonaran la ciudad. Para ello les fueron fijados puntos concretos por donde debían salir de la ciudad, despojándoles antes de todo cuanto llevaban encima de dinero, joyas o cualquier otro objeto de valor, como las alianzas de casamiento. Era un auténtico robo a mano armada, masivo y en pleno día.
Antes de 1948 la población de Lydda era de unos 20.000 habitantes aproximadamente, pero tras las primeras masacres perpetradas por los israelíes desde el mes de marzo de aquél año, miles de palestinos huyeron a Lydda, totalizándose, llegado mayo, unos 50.000 refugiados, lo que elevó la población de la ciudad a 70.000. La gente huía a Lydda por creer que aquella ciudad permanecería en mano de los palestinos, según la resolución 181 de la ONU, aprobada 5 meses antes.
La expulsión de la población de Lydda se produjo el 13 de julio, cundo el calor alcanza sus niveles más extremos. Según mi padre, Abderrahim Al Alami (nacido en Lydda en 1924, residente en la actualidad en Emiratos Árabes Unidos, conocido por su excelente memoria que le permitió redactar sus memorias en unas 300 páginas, además de grabarlas en video en 32 capítulos colocados en Youtube) testigo directo de todos los acontecimientos acaecidos en Lydda entre el 10 y el 13 de julio y uno de los expulsados de la ciudad junto a sus padres y hermanos, “En nuestra marcha a pie, la gente iba muriendo en el camino, intentando llegar a la localidad de Ni´lin نعـلين primera en su marcha hacia Ramala”.
En el capítulo 27 de las mencionadas memorias dice Al Alami que su hermano, de 10 meses de vida, de nombre Sulaiman, fue uno de los fallecidos en aquella marcha calificada como “la marcha de la muerte ” por Max Blumenthal, en su libro “Goliat, Life and Loathing in greater Israel”. Según Al-Alami, aquellos que cayeron muertos de sed, hambre, golpes de calor y fatiga, antes de llegar a Ni´lin se iban enterrando en el camino, pero algunos, como el propio bebé Sulaiman, fueron llevados por sus familias hasta la mencionada localidad donde recibieron sepultura allí.
Según distintos historiadores palestinos contemporáneos de aquellos acontecimientos, como Aref Al Aref (1891-1973), unos 350 palestinos murieron en aquél apocalíptico éxodo a pie de Lydda a Ramala, especialmente en el tramo hasta Ni´lin, a causa del extremo calor, la sed, el hambre y la fatiga. Esa fue la tercera matanza de Lydda.
La expulsión de los habitantes de Lydda, junto a los de la vecina Ramle, se llevó a cabo –como el resto de las expulsiones violentas del casi millón de palestinos de sus hogares y de su patria, por orden directa de Ben Gurión. En el mencionado artículo de The New Yorker, Shavit dice: ““Cuando las noticias (de la matanza de Lydda) llegaron al cuartel general de la Operación Larlar, en el pueblo palestino de Yazur, el comandante militar, general Yigal Allon, preguntó a Ben Gurión que hacer con los árabes. Ben Gurión sacudió su mano: “Deportarles”. Horas después, Isaac Rabin, el oficial encargado de las operaciones sobre el terreno dictó una orden por escrito dirigida a la brigada Yiftach: “Los habitantes de Lydda deben ser rápidamente expulsados, sin tener en cuenta la edad de los mismos””.
Un Estado, el israelí, en su esencia usurpador y criminal
Lo acaecido en Lydda, entre el 10 y el 13 de julio 1948, constituye una vergonzosa abyección que Israel trató de ocultar y minimizar durante decenios. A este respecto, David K. Shipler, premio Pulitzer 1987 por un trabajo sobre el conflicto árabe israelí, corresponsal del New York Times en Jerusalén desde 1979 hasta 1984, señalaba esa verdad en una crónica suya fechada en Jerusalén, publicada el 22 de octubre de 1979 bajo el título “Israel prohíbe a Rabin narrar la expulsión de los árabes en 1948”. Según Shipler, “Una comisión de censura formada por cinco miembros del Gobierno han prohibido al ex primer ministro, Rabin, incluir en sus memorias una narración en primera persona de la expulsión de 50.000 civiles palestinos de sus hogares en Ramle y Lydda durante la guerra árabe-israelí de 1948. (Rabin atribuye a Ben Gurión las órdenes de expulsión)”.
Los israelíes son tan cínicos que se refieren a la tragedia de Lydda como si fuera un capítulo excepcional de su invasión y ocupación de Palestina, cuando en realidad no pasa de ser un episodio más de la cadena de usurpación y limpieza étnica al más salvaje estilo perpetrada por los israelíes a lo largo de varios meses en 1948 y posteriormente.

Y esto no es todo, pues mientras los palestinos eran obligados a abandonar Lydda a punta de fusil, en la ciudad los soldados israelíes se habían dedicado al saqueo y al pillaje, robando en viviendas, negocios y fábricas de propiedad palestina, como lo relata el historiador israelí Simha Flapan (ex director de la sección de Asuntos Árabes del partido izquierdista israelí, MAPAM) en su obra “The Birth of Israel, Myths and Realities” editado en 1987.

La ocupación de Palestina fue el atraco a mano armada más grande de la historia, pues lo que pasó en Lydda era idéntico a lo acontecido en todas las localidades palestinas, pues ciudades y pueblos de todo un país fueron vaciados de sus habitantes por un ejército y unos colonos que se han dedicado en cuerpo y alma al desvalijamiento bendecido por las autoridades del nuevo Estado, levantado sobre cimientos de matanzas, destrucción, usurpación y rapiña.

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Benjamin Freedman - La Tiranía Oculta


Cincuenta años atrás el empresario y político judío ashkenazi estadounidense (convertido al cristianismo) Benjamin H. Freedman (1890-1984) pronunció este discurso, donde repasa algunos hechos de la reciente historia del siglo veinte, en un saludable recuento y una valiente puesta en orden de ciertas intrigas que ocurrieron, y donde expone su visión política antisionista y anticomunista. Como empresario, durante años contribuyó con aportes monetarios para Conde McGinley, editor del periódico Common Sense, de corte antisionista. En 1946, demandó al Comité Judío Estadounidense por difamación, y en 1948 demandó a la Anti-Nazi League también por difamaciones en contra de su persona. Freedman llegó a calificar la Declaración Balfour de ser una conspiración sionista. Con el paso de los años, Freedman confeccionó muchos textos, en los que denunciaba los males del sionismo y el comunismo. El texto completo de este discurso llamado 

 La Tiranía Oculta está tomado de www.biblebelievers.com.au y lo hemos traducido al castellano para la comprensión de cualquiera, donde verá que ya no es nueva la denuncia de que los judíos sionistas en realidad no son judíos auténticos (ni racial ni doctrinariamente, dado que su judaísmo consiste principalmente en un Talmudismo) sino unos violentos usurpadores de un nombre. Y verá además el lector la justificación alemana para malquererlos tras la Primera Guerra Mundial.
 

 Benjamin Harrison Freedman fue uno de los individuos más intrigantes y asombrosos del siglo 20. Nacido en 1890, fue un exitoso hombre de negocios judío de Nueva York y al mismo tiempo uno de los dueños principales de la Compañía de Jabón Woodbury. Él rompió con la judería organizada, después de la victoria judeo-comunista de 1945, y gastó el resto de su vida y la gran preponderancia de su considerable fortuna, de al menos unos 2,5 millones de dólares, exponiendo la tiranía judía que ha envuelto a los Estados Unidos.
El Sr. Freedman sabía de lo que estaba hablando porque él había sido una persona que había pertenecido a los niveles más altos de las organizaciones y maquinaciones judías para ganar el poder sobre nuestra nación (EE.UU.). El Sr. Freedman personalmente conoció a Bernard Baruch, Samuel Untermeyer, Woodrow Wilson, Franklin D. Roosevelt, Joseph Kennedy, John F. Kennedy, y muchos otros impulsores y agitadores de nuestros tiempos.
Este discurso fue dado por Freedman delante de un auditorio patriótico en 1961 en el Hotel Willard, en Washington D.C., como representante entonces del periódico patriótico de Conde McGinley, Sentido Común. Aunque por algunos pequeños detalles este discurso amplio e improvisado parezca anticuado, el mensaje esencial del Sr. Freedman a nosotros —su advertencia a Occidente— es más urgente que antes.


La Tiranía Oculta (The Hidden Tyranny)
por Benjamin Freedman


Aquí en los Estados Unidos, los sionistas y su co-religionarios tienen el control completo de nuestro gobierno. Por muchas razones, demasiadas y muy complejas para mencionarlas ahora, los sionistas y su co-religionarios gobiernan estos Estados Unidos como si ellos fueran monarcas absolutos de este país. Ahora usted puede decir que es una afirmación muy amplia, pero déjeme mostrarle lo que pasó mientras estábamos todos dormidos.


¿Qué pasó? La Primera Guerra Mundial estalló en el verano de 1914. Hay pocas personas aquí de mi edad que recuerdan esto. La guerra fue emprendida, por un lado por Gran Bretaña, Francia, y Rusia; y por el otro, por Alemania, Austria-Hungría y Turquía.


Dentro de dos años Alemania había ganado aquella guerra: no sólo ganado nominalmente, sino ganado realmente. Los submarinos alemanes, que eran una sorpresa para el mundo, habían barrido con todos los convoys del Océano Atlántico. Gran Bretaña estuvo de pie allí sin municiones para sus soldados, con el suministro de comida para una semana –y después de esto, el hambre. Al mismo tiempo, el ejército francés se había amotinado. Ellos habían perdido 600.000 de la flor de la juventud francesa en la defensa de Verdún en el Somme. El ejército ruso estaba desertando, ellos estaban recogiendo sus juguetes para irse a casa, porque ellos no querían jugar más a la guerra, y estaban a disgusto con el Zar. Y el ejército italiano había colapsado.


Ni un tiro había sido disparado en suelo alemán. Ningún soldado enemigo había cruzado la frontera hacia Alemania. Y encima Alemania estaba ofreciendo las condiciones de la paz a Inglaterra. Ellos ofrecieron a Inglaterra una paz negociada en lo que los abogados llaman status quo ante. Esto significa: "Acabemos la guerra, y dejemos todo como estaba antes de comenzar la guerra". Inglaterra en el verano de 1916 estaba considerando esto muy seriamente. Ellos no tenían ninguna opción. Se trataba de aceptar o esta paz negociada que Alemania les ofrecía magnánimamente, o seguían con la guerra y serían totalmente derrotados.


Mientras ocurría esto, los sionistas en Alemania, que representaban a los sionistas de Europa del Este, fueron al Ministerio de Guerra británico y —voy a ser breve porque ésta es una historia larga, pero tengo todos los documentos para demostrar cualquier aseveración que haga— ellos dijeron: "Fíjense en esto: Ustedes pueden todavía ganar esta guerra. Ustedes no tienen que rendirse. Ustedes no tienen que aceptar la paz negociada ofrecida a ustedes ahora por Alemania. Ustedes pueden ganar esta guerra si los Estados Unidos entran como sus aliados". Estados Unidos no estaba en guerra en ese entonces. Estábamos frescos, éramos jóvenes, éramos ricos, éramos poderosos. Ellos contestaron a Inglaterra: "Les garantizamos que vamos a llevar a los Estados Unidos a la guerra como vuestros aliados, para pelear junto a ustedes, si usted nos prometen (entregar) Palestina después de que ustedes ganen la guerra." En otras palabras, ellos hicieron este trato: "Conseguiremos que los Estados Unidos entren en esta guerra como su aliado. El precio que ustedes deben pagar es Palestina, después de que ustedes hayan ganado la guerra y hayan derrotado a Alemania, a Austria-Hungría y a Turquía". Ahora bien, Inglaterra tenía tanto derecho a prometer Palestina a cualquiera, como los Estados Unidos lo tenían para prometer Japón a Irlanda por cualquiera razón que fuese. Es absolutamente absurdo que Gran Bretaña, que nunca tuvo ninguna conexión ni ningún interés ni ningún derecho en lo que hoy es conocido como Palestina, la hubiera ofrecido como la moneda con la cual pagar a los sionistas por involucrar a Estados Unidos en la guerra. Sin embargo, ellos hicieron realmente aquella promesa en Octubre de 1916. Y poco después de esto —yo no sé cuántos aquí lo recuerden— los Estados Unidos, que estaban casi totalmente a favor de los alemanes, entraron en la guerra como el aliado de los británicos.


Digo que los Estados Unidos estaban casi totalmente a favor de alemanes porque los periódicos aquí estaban controlados por los judíos, los banqueros eran Judíos, todos los medios masivos de comunicación en este país estaban controlados por judíos; y ellos, los judíos, estaban a favor de los alemanes. Ellos estaban a favor de los alemanes porque muchos de ellos habían venido de Alemania, y también ellos querían ver a Alemania lamer al Zar. A los judíos no les gustaba el Zar, y ellos no querían que Rusia ganara esta guerra. Estos banqueros judío-alemanes, como Kühn, Loeb y las otras grandes firmas bancarias en los Estados Unidos rechazaron financiar a Francia o a Inglaterra con ni siquiera un dólar. Ellos se mantuvieron en su actitud diciendo: “¡Mientras Francia e Inglaterra estén ligadas con Rusia, ni un centavo!". Pero ellos vertieron el dinero en Alemania, ellos lucharon al lado de Alemania contra Rusia, tratando de humillar al régimen zarista.


Ahora: aquellos mismos judíos, cuando ellos vieron la posibilidad de conseguir Palestina, fueron a Inglaterra e hicieron este trato. Entonces todo cambió, como un semáforo que se cambia de rojo a verde. Donde los periódicos habían estado completamente a favor de los alemanes, donde ellos habían estado contando a la gente las dificultades que Alemania estaba teniendo al pelear comercialmente y en otras áreas con Gran Bretaña, de pronto resultó que los alemanes no eran buenos. Ellos ahora eran unos bandidos, eran unos hunos [hun, en inglés, es una expresión despectiva para gente con ancestros alemanes]: Ellos disparaban a las enfermeras de la Cruz Roja. Ellos cortaban las manos de los bebés. Ellos no eran nada bueno. Poco después de esto, el Sr. [Presidente estadounidense] Wilson declaró la guerra contra Alemania.


Los sionistas de Londres habían enviado cables a Estados Unidos, al juez Brandeis, diciendo "Vayan a trabajar en el Presidente Wilson. Estamos consiguiendo de Inglaterra lo que queremos. Ahora ustedes trabajen en el Presidente Wilson y consigan que los Estados Unidos entren en la guerra". Así es cómo los Estados Unidos entraron en la guerra. No teníamos mayor interés en ella; no teníamos más derecho de estar en ella que el que tenemos a estar en la luna esta noche en vez de en este cuarto. No había absolutamente ninguna razón para que la Primera Guerra Mundial fuera nuestra guerra. Fuimos enrielados en esa guerra únicamente para que los sionistas del mundo pudieran obtener Palestina. Eso es algo que nunca le han dicho a la gente de los Estados Unidos. Ellos nunca supieron por qué entramos en la Primera Guerra.


Después de que entramos en la guerra, los sionistas fueron a Gran Bretaña y dijeron: "Bien, realizamos nuestra parte del acuerdo. Hagamos algo por escrito que muestre que ustedes van a mantener su trato y darnos Palestina después de que ustedes ganen la guerra". Ellos no sabían si la guerra duraría otro año u otros diez años. Entonces ellos comenzaron a calcular un recibo. El recibo tomó la forma de una carta, que estaba redactada en un lenguaje muy críptico para que al final el mundo no supiera qué era todo aquello. Y esto fue llamado la Declaración Balfour.


La Declaración Balfour era simplemente la promesa de Gran Bretaña de pagar a los sionistas con los que habían convenido como una consideración el conseguir que los Estados Unidos entraran en la guerra. De manera que esta gran Declaración Balfour, de la que usted escucha hablar tanto, es tan falsa como un billete de tres dólares. No creo que yo pudiera hacerlo más enfático que esto.


Aquí es donde todo el problema comenzó. Los Estados Unidos entraron en la guerra. Los Estados Unidos aplastaron a Alemania. Usted sabe lo que pasó. Cuando la guerra finalizó, y los alemanes fueron a París para la Conferencia de Paz en 1919, había allí 117 judíos, como una delegación que representa a los judíos, encabezados por Bernard Baruch. Yo estaba allí: acaso no lo sabré.


Ahora ¿qué sucedió?. Los judíos en aquella Conferencia de Paz, cuando ellos estaban desmembrando Alemania y redistribuyendo fuera de Europa a todas esas naciones que reclamaban un derecho a una cierta parte del territorio europeo, dijeron: "¿Y cómo Palestina será para nosotros?". Y ellos produjeron, por primera vez para el conocimiento de los alemanes, esta Declaración Balfour. De esa manera los alemanes, por vez primera, lo comprendieron: "Ah, ¿de modo que ése era el juego?. Por eso los Estados Unidos entraron en la guerra". Los alemanes por primera vez entendieron que ellos fueron derrotados y que sufrieron las reparaciones fabulosas a las que fueron obligados, todo porque los sionistas querían Palestina y estaban determinados a conseguirla a cualquier costo.


Esto nos lleva a otro punto muy interesante. Cuando los alemanes comprendieron esto, ellos naturalmente se ofendieron por ello. Hasta aquel tiempo, los judíos nunca habían estado mejor en ningún país en el mundo que como en Alemania. Usted tenía al Sr. Rathenau allí, que era tal vez cien veces más importante en la industria y las finanzas como lo es Bernard Baruch aquí en los EE.UU. Usted tenía al Sr. Balin, que fue dueño de las dos líneas de buques de vapor más grandes, Lloyd de Alemania del Norte y las Líneas Hamburgo-americanas. Usted tenía al Sr. Bleichroder, que era el banquero de la familia Hohenzollern. Usted tenía a los Warburg en Hamburgo, quienes eran los grandes banqueros mercantes —los más grandes en el mundo. Los judíos lo estaban haciendo muy bien en Alemania. Nadie cuestionaba aquello. Los alemanes sintieron: "Bien, eso fue una verdadera traición."


Eso fue una traición que podría ser comparada con esta situación hipotética: Suponga que los Estados Unidos estaban en guerra con la Unión Soviética. Y que estábamos ganando. Y que le dijimos a la Unión Soviética: "Bien, acabemos esto. Les ofrecemos las condiciones de la paz. Olvidemos todo el asunto". Y de improviso la China Roja entra en la guerra como un aliado de la Unión Soviética. Y la irrupción de ellos en la guerra causa nuestro fracaso. Un fracaso aplastante, con reparaciones del tipo de las cuales la imaginación del hombre no puede abarcar. Imagine entonces, después de aquel fracaso, si averiguáramos que eran los chinos de este país, nuestros conciudadanos chinos, que todo el tiempo habíamos estado pensado que eran ciudadanos leales que trabajaban con nosotros, quienes nos estaban vendiendo a la Unión Soviética y que había sido por ellos por lo que China Roja había entrado en la guerra contra nosotros. ¿Cuál sería nuestro sentimiento, entonces, en los Estados Unidos, hacia los chinos?. No creo que ninguno de ellos se atrevería a mostrar su cara en alguna calle. No habría suficientes postes de alumbrado para tener cuidado de ellos. Imagine cómo nos hubiéramos sentido.


Bien, así es cómo los alemanes sintieron hacia esos judíos. Ellos habían sido tan agradables a ellos: a partir de 1905, cuando la primera revolución comunista en Rusia falló, y los judíos tuvieron que escapar de Rusia, todos ellos se fueron a Alemania. Y Alemania les dio refugio. Y ellos fueron tratados muy amablemente. Y he aquí que ellos habían vendido a Alemania río abajo sin motivo en absoluto, además del hecho de que ellos quisieron Palestina como una así llamada "república judía" [Jewish commonwealth].


Ahora Nahum Sokolow, y todos los grandes líderes y los grandes nombres sobre los cuales usted lee en relación al sionismo hoy, en 1919, 1920, 1921, 1922 y 1923 escribieron en todos sus papeles —y la prensa estuvo llena de sus declaraciones— que el sentimiento contra los judíos en Alemania se debe al hecho de que los alemanes comprendieron que esa gran derrota fue causada por la intercesión judía para llevar a los Estados Unidos a la guerra. Los judíos mismos admitieron eso. No era que los alemanes en 1919 descubrieron que un vaso de sangre judía sabía mejor que una Coca-Cola o que la cerveza Muenschner. No había ningún sentimiento religioso. No había ningún sentimiento contra aquella gente simplemente debido a su creencia religiosa. Era todo político. Era económico. Era todo, menos religioso. A nadie le importaba en Alemania si un judío se iba a su casa y a oscuras recitaba el "Shemá 'Yisroel" o el “Padrenuestro". A nadie le importaba en Alemania más que en Estados Unidos. Ahora, este sentimiento que se desarrolló más tarde en Alemania se debió principalmente a una cosa: los alemanes sostuvieron que los judíos habían sido los responsables de su aplastante derrota.


Y la Primera Guerra Mundial había sido comenzada contra Alemania sin motivo por el cual Alemania fuese responsable. Ellos no eran culpables de nada, sólo de ser exitosos. Ellos construyeron una gran flota. Ellos aumentaron el comercio mundial. Usted debe recordar que Alemania en el momento de la Revolución Francesa consistía en 300 pequeñas ciudades-Estado, principados, ducados, etcétera. Trescientas pequeñas entidades políticas separadas. Y en ese breve lapso, entre los tiempos de Napoleón y Bismarck, ellos se consolidaron en un solo Estado. Y en 50 años ellos se convirtieron en una de las grandes potencias del mundo. Su marina estaba rivalizando con Gran Bretaña, ellos estaban haciendo negocios con todo el mundo. Ellos podían hacer bajar los precios a cualquiera, porque ellos podían hacer mejores productos. ¿Qué pasó como consecuencia de esto?.


Había una conspiración entre Inglaterra, Francia, y Rusia para bajar los humos a Alemania. No hay ni un historiador en el mundo que pueda encontrar una razón válida que explique por qué aquellos tres países decidieron borrar políticamente a Alemania.


Cuando Alemania comprendió que los judíos eran los responsables de su fracaso, ellos naturalmente se resintieron de ello. Pero ni un pelo de la cabeza de un judío fue dañado. Ni un solo pelo. El profesor Tansill, de la Universidad de Georgetown, que tuvo acceso a todos los papeles secretos del Ministerio de Asuntos Exteriores [State Department], escribió en su libro, citando un documento escrito por Hugo Schoenfelt, que un judío a quien Cordell Hull envió a Europa en 1933 para investigar los llamados campos de presos políticos, escribió informando que los encontró en una muy buena condición. Ellos estaban en excelente estado, cada uno siendo bien tratado. Y los campos estaban llenos de comunistas. Bien, muchos de ellos eran judíos, porque los judíos resultaron ser aproximadamente el 98% de los comunistas en Europa entonces. Y había algunos sacerdotes allí, y ministros, y líderes sindicales, y masones, y otros que tenían afiliaciones internacionales.


Algunos hechos respaldan esto: En 1918-1919 los comunistas se apoderaron de Baviera durante unos días. Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht y un grupo de otros judíos se tomaron el gobierno durante tres días. De hecho, cuando terminó la guerra el Káiser huyó a Holanda porque él pensó que los comunistas se iban a tomar Alemania como lo habían hecho en Rusia y que él iba a encontrar el mismo destino que el Zar. Así que huyó a Holanda por su seguridad. Después de que la amenaza comunista en Alemania fue sofocada, los judíos seguían trabajando aún, tratando de volver a su antiguo status, pero los alemanes lucharon contra ellos con todos los medios que pudieron, sin dañar un solo cabello de la cabeza de ningún judío. Ellos los combatieron de la misma manera que, en este país, los prohibicionistas lucharon contra cualquiera que hubiera estado interesado en el licor. Ellos no los combatieron con pistolas. Bien, éste es el modo como se luchaba contra los judíos en Alemania. Y entonces, sabe usted, había entre 80 y 90 millones de alemanes, y había sólo 460.000 Judíos. Aproximadamente un 0,5% de la población de Alemania era judío. Y aún ellos controlaban toda la prensa, y controlaban la mayor parte de la economía, porque ellos habían entrado con el dinero barato cuando la moneda alemana [el marco] fue devaluada y compraron en grandes cantidades prácticamente todo.


Los judíos trataron de mantener en secreto este hecho. Ellos no querían que el mundo entendiera realmente que ellos habían vendido a Alemania, y que los alemanes se ofendieron por esto.


Los alemanes tomaron la acción apropiada contra los judíos. Ellos, debo decirlo, discriminaron contra los judíos dondequiera que pudieron. Ellos los rechazaron abiertamente, de la misma forma que nosotros rechazaríamos a los chinos, o a los negros, o a los católicos, o a cualquiera en este país que nos hubiera vendido a un enemigo y hubiera causado nuestro fracaso.


Después de un tiempo, los judíos del mundo convocaron una reunión en Amsterdam. Judíos de todos los países del mundo asistieron a esta reunión en Julio de 1933. Y ellos dijeron a Alemania: "Usted deshágase de Hitler, y regrese a cada judío a su antigua posición, ya si hubiera sido un comunista o lo que fuere. Usted no puede tratarnos de esa manera. Y nosotros, los judíos del mundo, estamos poniendo un ultimátum sobre usted". Usted puede imaginar lo que los alemanes les contestaron. ¿Entonces qué hicieron los judíos?.


En 1933, cuando Alemania rechazó rendirse ante la conferencia mundial de judíos en Amsterdam, la conferencia se disolvió, y el Sr. Samuel Untermeyer, que era la cabeza de la delegación norteamericana y presidente de esa conferencia, vino a los Estados Unidos y fue del barco directamente a los estudios de la CBS (Columbia Broadcasting System) e hizo una emisión de radio transmitida a todo Estados Unidos en la cuales él en efecto dijo: "Los judíos del mundo ahora declaran una Guerra Santa contra Alemania. Estamos enrolados ahora en un conflicto sagrado contra los alemanes. Y vamos a privarlos de comida hasta su rendición. Vamos a usar un boycott mundial contra ellos que los destruirá, porque ellos dependen de su negocios de exportación".


Y es un hecho que dos tercios del suministro de comida de Alemania tuvieron que ser importados, y sólo podrían ser importados con las ganancias de lo que ellos hubieran exportado. De modo que si Alemania no pudiera exportar, dos tercios de la población de Alemania tendrían que pasar hambre. No había suficiente comida para más que un tercio de la población. Ahora en esta declaración, que tengo aquí, y que fue impresa en el New York Times el 7 de Agosto de 1933, el Sr. Samuel Untermeyer vigorosamente declaró que "este boycott económico es nuestro medio de defensa propia. El presidente Roosevelt ha abogado por su uso en la Administración de Recuperación Nacional (National Recovery Administration)", que algunos de ustedes pueden recordar, donde cualquiera podía ser boicoteado a menos que siguiera las reglas establecidas en el Nuevo Trato (New Deal), y que fue declarado inconstitucional por la Corte Suprema de aquel tiempo. Sin embargo, los judíos del mundo declararon un boycott contra Alemania, y fue tan eficaz que usted no podía encontrar ninguna cosa en ninguna tienda en ninguna parte del mundo que tuviese escrita sobre ella las palabras "Hecho en Alemania". De hecho, un ejecutivo de la Compañía Woolworth me dijo que ellos tuvieron que verter en el río millones de dólares en loza y platos; que sus tiendas eran boicoteadas si alguien entraba y encontraba un plato marcado con "Hecho en Alemania", y que ellos fueron rayados con signos que decían "Hitler", "asesino", etcétera —algo como estas sentadas (sit-ins) que están teniendo lugar en el Sur (de EE.UU.).


En una tienda que pertenece a la cadena R. H. Macy, que fue controlada por una familia llamada Strauss, quienes también resultaron ser judíos, una mujer encontró unas calcetas allí que vinieron de Chemnitz, marcadas "Hecho en Alemania". Bien; se trataba de calcetas de algodón, y ellas pudieron haber estado allí durante veinte años, ya que he estado observando piernas femeninas durante muchos años. Vi cómo boicoteaban a Macy, con cientos de personas caminando alrededor con carteles que decían "asesinos", "Hitleristas", etcétera.


Hasta entonces, nadie había hecho daño ni a un pelo de la cabeza de ningún judío en Alemania. No había ningún sufrimiento, no había ningún hambre, no había ningún asesinato, no había nada.


Naturalmente, los alemanes dijeron: "¿Quiénes son estas gentes para declarar un boycott contra nosotros y expulsar a toda nuestra gente de sus trabajos, y hacer que nuestras industrias se paralicen?; ¿quiénes son ellos para hacernos eso a nosotros?". Ellos naturalmente se ofendieron por la acción judía. Seguramente ellos pintaron esvásticas en las tiendas de los judíos. ¿Por qué debería un alemán entrar y dar su dinero a un tendero que era parte de un boycott que iba a privar de comida a Alemania hasta su rendición ante los judíos del mundo, que iban a dictar quién debía ser su Primer Ministro o su Canciller?. Bien, era ridículo.


El boycott continuó durante algún tiempo, pero no fue sino hasta 1938, cuando un joven judío de Polonia anduvo en la embajada alemana en París y disparó a un funcionario alemán, que los alemanes realmente comenzaron a hacerse ásperos con los judíos en Alemania. Y usted los encuentra entonces rompiendo ventanas y teniendo peleas callejeras, etcétera.


No me gusta usar la palabra "antisemitismo" porque carece de sentido, pero como aún significa algo para usted, entonces tendré que usarla. La única razón de que haya habido algún sentimiento en Alemania contra los judíos, era que ellos eran responsables de la Primera Guerra Mundial y de este boycott mundial. Finalmente ellos eran también responsables de la Segunda Guerra Mundial, porque después de que esta cosa se descontroló, era absolutamente necesario para los judíos y para Alemania romperse los cuernos en una guerra para ver quién iba a sobrevivir. Mientras tanto, yo había vivido en Alemania, y yo sabía que los alemanes habían decidido que Europa iba a ser cristiana o comunista, de manera excluyente. Y los alemanes decidieron que ellos iban a conservarla cristiana si fuera posible. Y ellos comenzaron a rearmarse. En Noviembre de 1933 Estados Unidos reconoció a la Unión Soviética. La Unión Soviética se estaba haciendo muy poderosa, y Alemania comprendió que su turno iba a venir pronto, a menos que fuera fuerte. Lo mismo cuando en este país decimos hoy: "Nuestro turno va a venir pronto, a menos que seamos fuertes". Nuestro gobierno gasta 83 u 84 mil millones de dólares para la defensa. ¿Defensa contra quién?. La defensa contra 40.000 pequeños judíos de Moscú que se tomaron Rusia, y luego, en sus caminos desviados, asumieron el control de muchos otros países del mundo.


Que este país ahora esté al borde de una Tercera Guerra Mundial, de la cual no podemos surgir como vencedor, es algo que asombra mi imaginación. Sé que las bombas atómicas son medidas en términos de megatones. Un megatón es un término usado para describir un millón de toneladas de TNT. Nuestras bombas atómicas tenían una capacidad de 10 megatones, o 10 millones de toneladas de TNT, cuando ellas fueron primeramente desarrolladas. Ahora, las bombas atómicas que están siendo desarrolladas tienen una capacidad de 200 megatones, y Dios sabe cuántos megatones tienen las bombas atómicas de la Unión Soviética.


¿Qué afrontamos ahora?. Si provocamos una guerra mundial que puede desembocar en una guerra nuclear, la humanidad está acabada. ¿Por qué podría tal guerra ocurrir?. Esto ocurrirá cuando la cortina suba para el acto 3º: el acto 1º fue la Primera Guerra Mundial, el acto 2º fue la Segunda Guerra Mundial, y el acto 3º va a ser la Tercera Guerra Mundial. Los judíos del mundo, los sionistas y su co-religionarios en todas partes, han determinado que ellos van a usar otra vez a los Estados Unidos para ayudarles a retener permanentemente Palestina como el estribo para su gobierno mundial. Eso tan verdadero como que estoy aquí de pie. No sólo yo lo he leído, sino que muchos aquí lo han leído, y es sabido en todo el mundo.


¿Qué vamos a hacer?. La vida que usted salva puede ser la de su hijo. Sus muchachos pueden estar en camino hacia aquella guerra esta noche; y usted no lo sabe más que cuando usted sabía que en 1916 en Londres los sionistas hicieron un trato con el Gabinete de Guerra británico para enviar a sus hijos a la guerra en Europa. ¿Lo sabía usted entonces?. Ni una persona en los Estados Unidos lo sabía. No les fue permitido a ustedes saberlo. ¿Quién lo sabía?. El presidente Wilson lo sabía. El “coronel” House lo sabía [Edward “Colonel” House fue un político tejano, consejero del Presidente Wilson]. Otras personas enteradas lo sabían.


¿Lo sabía yo?. Yo tenía una idea bastante buena de lo que estaba ocurriendo: yo era el enlace a Henry Morgenthau en la campaña de 1912 cuando el Presidente Wilson fue elegido, y hubo conversaciones allí alrededor de la oficina. Yo era un "hombre confidencial" para Henry Morgenthau, quien era el presidente del Comité de Finanzas, y yo era el enlace entre él y Rollo Wells, el tesorero. Entonces yo me sentaba en estas reuniones con el Presidente Wilson a la cabeza de la mesa, y todos los demás, y yo los escuchaba tamborear en el cerebro del presidente Wilson el impuesto gradual sobre la renta y lo que se ha convertido en la Reserva Federal, y yo los escuchaba cómo lo adoctrinaban con el movimiento sionista. El juez Brandeis y el Presidente Wilson estaban tan unidos como dos dedos de una mano. El presidente Woodrow Wilson, cuando vino a determinar lo que estaba sucediendo, fue tan incompetente como un bebé recién nacido. Así es cómo ellos nos consiguieron en la Primera Guerra Mundial, mientras todos dormíamos. Ellos enviaron a nuestros muchachos allá para ser matados. ¿Para qué? Para que los judíos pudieran tener Palestina como su "república" (“commonwealth”). Ellos lo han engañado tanto que usted ya no sabe si usted viene o si va.


Ahora, cualquier juez, cuando él instruye a un jurado, les dice: "Señores, cualquier testigo que ustedes encuentren que ha dicho una sola mentira, ustedes pueden desestimar todo su testimonio". Yo no sé de cuál Estado usted procede, pero en el Estado de Nueva York es el modo en que un juez se dirige a un jurado. Si aquel testigo dijera una mentira, desatienda su testimonio.


¿Cuáles son los hechos acerca de los judíos? (los llamo judíos ante usted, porque ellos son conocidos como "judíos". Yo no los llamo judíos por mí mismo. Yo me refiero a ellos como "los así llamados judíos", porque sé lo que ellos son). Los judíos de la Europa del Este, que forman el 92% de la población mundial de aquellas gentes que se hacen llamar "Judíos", eran originalmente Jázaros. Ellos eran una tribu belicosa que vivía en el profundo corazón de Asia. Y ellos eran tan belicosos que hasta los Asiáticos los condujeron fuera de Asia hasta Europa del Este. Ellos establecieron el gran reino de Jazaria, de más de dos millones de kilómetros cuadrados. En aquella época Rusia no existía, ni tampoco muchos otros países europeos. El reino Jázaro era el país más grande en toda Europa —tan grande y tan poderoso que cuando otros monarcas quisieron ir a la guerra, los Jázaros les podían prestar 40.000 soldados. Así de grandes y poderosos ellos eran.


Ellos eran adoradores fálicos, lo cual es asqueroso y no quiero entrar en los detalles de eso ahora. Pero era su religión, como lo era también la de muchos otros paganos y bárbaros en otras partes del mundo. El rey Jázaro llegó a estar tan disgustado con la degeneración de su reino que él decidió adoptar una llamada fe monoteísta —ya el cristianismo, o el Islam, o lo que hoy es conocido como el judaísmo, el cual realmente es Talmudismo. Echando suertes para que el azar lo decidiese, él eligió el así llamado Judaísmo [740 d.C.]. Y se convirtió en la religión estatal. Él estableció las escuelas talmúdicas de Pumbedita y Sura e hizo formar a miles de rabinos, y abrió sinagogas y escuelas, y su gente se hizo lo que llamamos "judíos".


No había uno solo de ellos que tuviera ni tan siquiera un antepasado que alguna vez hubiera puesto un dedo del pie en la Tierra Santa. No sólo en la historia del Antiguo Testamento, sino desde el comienzo de los tiempos. ¡Ni uno entre todos ellos!. Y todavía vienen ellos a los cristianos y nos piden apoyar sus insurrecciones armadas en Palestina diciendo: "¿Usted quiere ayudar a repatriar a la Gente Elegida de Dios a su Tierra Prometida, su hogar ancestral, verdad? Esto es su deber cristiano. Le dimos uno de nuestros muchachos como su Señor y Salvador. Usted ahora va a la iglesia el Domingo, y usted se arrodilla y usted adora a un judío, y nosotros somos judíos".


Pero ellos son jázaros paganos que fueron convertidos exactamente igual como los irlandeses fueron convertidos. Es tan ridículo llamarlos "la gente de Tierra Santa," como lo sería el llamar “árabes” a los 54 millones de musulmanes chinos. Mahoma sólo murió en 620 d.C., y desde entonces 54 millones de chinos han aceptado el Islam como su creencia religiosa. Ahora imagine, en China, a 3.200 kilómetros de distancia de Arabia, del lugar de nacimiento de Mahoma y de La Meca. Imagine si los 54 millones de chinos decidieran llamarse "árabes". Usted diría que ellos son lunáticos. Cualquiera que crea que aquellos 54 millones de chinos son árabes debe estar loco. Todo lo que ellos hicieron fue adoptar como una fe religiosa una creencia que tenía su origen en La Meca, en Arabia. Lo mismo ocurrió con los irlandeses. Cuando los irlandeses se hicieron cristianos, nadie los vertió en el océano y los exportó a la Tierra Santa como una nueva cosecha de habitantes. Ellos no habían llegado a ser una gente diferente. Ellos eran la misma gente, pero ellos habían aceptado el cristianismo como una fe religiosa.


Estos jázaros, estos paganos, estos asiáticos, estos turco-fineses, eran una raza mongoloide quienes fueron echados de Asia en dirección a Europa del Este. Como su rey tomó la fe talmúdica, ellos no tuvieron ninguna elección en la materia. Exactamente igual como en España: Si el rey era católico, cada uno tenía que ser católico. Si no, usted tenía que salir de España. De esa manera los jázaros se convirtieron en lo que hoy llamamos "judíos".


Ahora imagine cuán tonto era para los grandes países cristianos del mundo decir: "Vamos a usar nuestro poder y prestigio para repatriar a la Gente Elegida de Dios a su patria ancestral, su Tierra Prometida”. ¿Podría haber un engaño más grande que ése?. Como ellos controlan los periódicos, las revistas, la radio, la televisión, el negocio de publicación de libros, y porque ellos tienen a los ministros (religiosos) en los púlpitos y a los políticos en los estrados hablando el mismo lenguaje, no es demasiado sorprendente que usted crea aquella mentira. Usted creería que el negro es blanco si usted lo oyera bastante a menudo. Usted no lo llamaría negro nunca más —usted comenzaría a llamar al blanco, negro. Y nadie podría culparle. Ésta una de las grandes mentiras de la Historia. Es el origen de toda la miseria que ha acontecido al mundo.

¿Sabe usted lo que los judíos hacen durante el Día de la Expiación [Yom Kippur], que usted piensa que es tan sagrado para ellos?. Yo era uno de ellos. Esto no es un rumor. No estoy aquí para ser un agitador. Estoy aquí para darle a usted hechos. Cuando, durante el Día de la Expiación, usted está en una sinagoga, usted se pone de pie para el primer rezo que usted recita. Éste es el único rezo para el cual usted se pone de pie. Usted repite tres veces una corta oración llamada el Kol Nidre. En aquella oración, usted entra en un acuerdo con Dios Omnipotente para que cualquier juramento, voto, o promesa que usted haga durante los próximos doce meses serán nulos y estarán vacíos y sin fuerza legal. El juramento no será un juramento; el voto no será un voto; la promesa no será una promesa. Ellos no tendrán ninguna fuerza o efecto. Y en adelante, el Talmud enseña que siempre que usted preste un juramento, haga un voto o una promesa, usted debe recordar el Kol Nidre que usted recitó durante el Día de la Expiación, y usted estará eximido de cumplirlos. ¿Cuánto puede usted confiar en la lealtad de ellos?. Usted puede confiar en su lealtad tanto como los alemanes confiaron en ella en 1916. Vamos a sufrir el mismo destino que Alemania sufrió, y por la misma razón.

 comentario:

El informe esta incompleto, sobre tod partes muy importantes donde afirma que Jesus no era judio sino un judeano por habitar en judea que era una provincia romana, y aclara que la palabra judia o jew en ingles como la conocemos no existia hasta despues del 1800 en la traduccion que se hizo por primera vez al ingles..ya que hasta entonces solo existia en idio, a griego, latin, arameo, etc..para agragar la razon por la que Hitler defendio el cristianismo fueporque tanto el como Himler eran seguidores de la corriente cristiana de los Cataros, a pesar de honrar paralelamente las tradiciones germanicas antiguas..por esta razon Hitler era vegetariano, practicaba la castidad y el suicidio con la capsula de cianuro por envenenamiento que utilizaron muchos nacionalsocialistas era uno delos tantos que practicaban los cataros cuando alcanzaban la perfeccion o la pureza y decidian liberarse del mundo material o la materia impura del dios Yahwe para ir hacia el dios incognosible o dios bueno, por supuesto Hitler no se declararon jamas cataros abiertamente, ya que la iglesia catolica lo hubiera considerado una herejia coko en la matanza de los bogomiles en Francia en el pasado, sin embargo daba pistas de esto cuando hacia referencia al cristianismo positivo o al permitirles a las tropas NS usar la cruz gamada eh sus uniformes, cruz usada por los cataros en la antiguedad y mas adelante, con su variante estructural, tambien fue usada por los bogomiles en francia..aunque ya estos tenian creencias mas gnosticas que los cataros, tal vez la diferencia irreconciliable o al meno no entendible entre Hitler y los cataros..es que estos ultimos no mataban..ni siquieraanimales y menos los comian ya que consideraban que toda la materia era impura..por eso creian en un jesus manifestado con esenciaespiritual, pero de apariencia humano, no real ya que consideraban que al ser un ser espiritual superior nunca podria haberse encarnado en la materia o carne impura...

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